La llama de las velas se movían al compás del leve movimiento del viento, Zhan y Yibo se encontraban sentados frente a frente, en sus manos, una copa de cristal que contenia vino giraba lentamente en las manos del pelinegro, Zhan reia por las ocurrencias de su novio, su corazon se sentia caido, estar con el amor de su vida, que se encontraba frente a el era nada más y nada menos que maravilloso
No sabía en que momento se había perdido en sus pensamiento, pues ya no escuchaba la voz de Wang y solo se enfocaba en mirar cada detalle del rostro del castaño, cada movimiento era suave
- ¿Zhan? Zhan, cariño ¿Estas bien? - Zhan reacciono al sentir la sueve caricia de Yibo, lo miro a los ojos y formo una sonrisa que transmitió amor -
- Si, estoy bien, solo me perdí por un momento
- ¿Estas seguro? ¿Quieres que salgamos un rato al balcon? - Pregunto con preocupación -
- No estoy bien, tranquilo, solo...pensaba
- ¿En qué pensabas?
- En lo feliz que estoy por tenerte a mi lado, realmente cambiaste mi vida y agradezco que el destino nos haya unido nuevamente
- Zhan...- Sonrió y tomo las manos de. Su amado - Yo también agradezco que nos hayan reunido nuevamente, sin ti mi vida no estaría completa, no sé que sería de mi si no te encontraba
Ambos amantes se dieron un abrazo llenos de amor, ternura y felicidad, estaban juntos, el destino los junto como en cada vida lo hizo, desde antes, desde ahora y en adelante siempre se amarían sin importar que, podrán derribar todo aquel objeto y persona que les impedirá ser feliz
Y por primera vez, en su pequeño tiempo de su relación, aquellas palabras tan esperadas, salieron a luz
- Te amo - Wang Yibo, quien había hablado primero acercó su rostro al del mayor y junto sus labios -
Aquellos labios suaves, delgados y rojizos que tanto amaba, y que con amor y gusto probaba
Zhan correspondió a los segundos, estaba paralizados por aquellas palabras que salieron y le dieron un gran golpe en su corazón, haciendo lo sentir cálido y amado
No sabía en qué momento, sus dedos se entrelazaron para después juntar por completo sus manos
Cuando terminó el beso, el pelinegro sonrió y acario la mejilla del menor con su mano libre y de la misma forma en la que Yibo hablo, el igual lo hizo
- También te amo -
Y ambos con una enorme sonrisa volvieron a juntar sus labios, así, creando que su momento, fuera único y mágico
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El Chico de la Pintura [Yizhan]
RomanceUna historia donde un chico va a hacerle compañía a su amigo a una galería de arte, pero sin que esté se lo esperara, llega a ver una pintura de un chico haciendo que le llamé la atención, sin que nadie se diera cuenta toma una foto y le pide a un p...