Etapas / Shadamy

Amigos cercanos: Pt.3: Nada

Amy aún podía escuchar el 'Yo también te amo' de Shadow resonar dentro de su cabeza. Se sentía demasiado real para ella. Reconoció su tono de voz, sabía que era una de las veces que Shadow se permitía ser vulnerable.

Lo que Amy tardó meses en hacer, María lo hizo en unas pocas semanas.

Pero una vez más, tenían más historia juntos.

Amy tuvo que admitir que una parte de ella se rompió cuando lo escuchó decir eso. Pensó que tal vez solo se estaba enfermando por no descansar lo suficiente, pero desde ese día sintió un dolor en el corazón.

Tal vez necesitaba ir al hospital... pero por otro lado, eso era demasiado caro.

Amy estaba en su descanso. Era un turno de noche y decidió sentarse en la mesa del restaurante para tomar un café antes de que comenzara su turno nuevamente.

Ha pasado una semana desde que el Equipo Dark se fue a una misión y, cuando Amy miró su teléfono, se alegró de leer un mensaje de texto de Rouge. Dijo que su misión iba bien y que podrían regresar antes.

Tomó un sorbo de su café y se sentía mejor, pero entró en pánico cuando notó que nada más que María entró al restaurante. Amy se escondió debajo de la cabina y, para su suerte, María se sentó junto a la cabina en la que estaba.

Por lo que Amy pudo ver, la acompañaba un erizo gris. No quería pensar nada al respecto, tal vez solo eran amigos. Sí, tiene que ser eso.

"Estoy tan feliz de que Shadow esté fuera del apartamento", dijo María mientras se acomodaba en la cabina.

"Yo también me alegro, ahora tenemos el apartamento para nosotros solos". Dijo una voz masculina y Amy dedujo que era el erizo gris con el que estaba. "Ahora podemos estar juntos todo el tiempo que queramos".

Amy trató de contenerse, esto no le preocupaba. No debería molestarla, lo que pasó en la relación de Shadow no era de su interés.

"Solo desearía que no regresara de sus misiones... pero Shadow es difícil de matar". María agregó: "Si muere, será mucho más fácil para nosotros robarle su dinero que hacerme fingir que lo amo".

"No te preocupes cariño, vamos a robar y tomar su dinero tanto como podamos y luego podemos dejar esta ciudad de nuevo".

Ambos compartieron un beso y se separaron, notaron que nadie en el restaurante se acercó a ellos para pedirles sus pedidos.

"¿¡Podemos tomar nuestras órdenes!?" El erizo gris dijo en voz alta, notó que una dama se les acercaba. "¡Finalmente, estábamos esperando!"

Amy les dio una sonrisa falsa, no sabía cómo todavía se estaba controlando. Incluso podía sentir que su rostro se calentaba por la ira que sentía.

"Cálmate Amy, espera hasta que termine tu turno. No puedes perder este trabajo. Solo espera hasta que puedas patearles el trasero".

Amy pensó en un intento de controlarse.

"¿Como puedo ayudarte?"

María giró la cara y encontró a Amy sonriéndoles, se sintió amenazada en ese momento.

"Oh, Pinky. No sabía que trabajabas aquí". María dijo fingiendo que no había pasado nada. "Permítanme presentarles, esto es-"

"No quiero escucharlo", respondió Amy. "¿Puedo tomar su orden?"

María miró de arriba abajo a Amy, juzgándola. "Sabes, deberías considerar vestirte mejor", dijo María sarcásticamente, "Tal vez de esa manera Shadow intentaría mirarte".

"Pero, por supuesto, Shadow tiene buen gusto". María agregó: "Él nunca miraría dos veces a una camarera fea como tú".

"¿Puedo tomar tu pedido? ¿O vas a seguir hablando mierda sobre cómo vas a robar el dinero de Shadow?" preguntó Amy.