𝐓𝐨 𝐛𝐞 𝐅𝐫𝐞𝐞-𝘬𝘢𝘻𝘶𝘴𝘤𝘢𝘳𝘢 {𝓣𝓻𝓪𝓭𝓾𝓬𝓬𝓲𝓸́𝓷}

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  Drifting Florescence

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Las hermosas olas golpearon repetidamente los pies de Kazuha.

La costa en la que estaba parado estaba caliente, con la áspera arena presionando contra sus pies descalzos. Sus sandalias no se encontraban por ninguna parte, mientras miraba a lo lejos, sobre su cabeza había un kasa que protegía su rostro del brillante sol. El sombrero estaba hecho de paja y trigo cuidadosamente tejidos. Típico de los que los agricultores solían usar para protegerse mientras labraban sus tierras y cuidaban sus cultivos.

Kazuha se sentía en paz, las olas abalanzándose y la ropa ondulada contra las tenues brisas, Era tan tranquilo.

Un suspiro elevado dejó sus labios sonrientes mientras levantaba ligeramente el borde de su kasa, sus ojos brillaban con una emoción indescriptible mientras sus pies se acercaban cada vez más a las olas, No se detuvo ni una sola vez hasta que la mitad de su cuerpo quedó sumergido en el mar. Su hakama rojo estaba completamente empapado como resultado.

Pero no prestó atención al agua salada que besaba su tez, tampoco le importaban las praderas marinas que le hacían cosquillas en los tobillos.

Estaba tranquilo.

No había nada ni nadie que lo molestara.

Solo, admirando la impresionante vista ante él como si no fuera nada especial.

Todo el tiempo sus mangas rozaban la superficie implacable de las olas, flotando un poco con ellas antes de ser víctimas del gran peso del agua.

Estaba solo, y el vasto océano solo intensificó ese sentimiento, pero no le importó, sentirse solo no significaba que estuviera solo, significaba que prefería su propio yo como su compañía, por el momento.

Sus vendajes alrededor de sus dedos callosos lentamente comenzaron a desenrollarse, Kazuha miró brevemente sus vendajes antes de dejarlos flotar donde quisieran, no los necesitaba.

El viento le susurraba al oído,presionando sus labios claros contra su piel.

Silencioso, y reconfortante.

La sonrisa en su rostro se amplió significativamente,sus ojos ya brillantes brillaban aún más, mostrando una expresión divertida en sus rasgos suaves.

Pasaron los minutos y no había pasado nada, Kazuha se quedó quieto. Inmóvil e implacable a pesar del constante ir y venir de las olas que intentaba ahogarlo.

Las olas no le causaron ningún daño real. Sin embargo, eran un pequeño inconveniente, una molestia.

Cuando el sonido de los mares golpeando contra las orillas se hizo más fuerte, Kazuha lo ignoró. En cambio, se centró en la brisa que había llegado a entender y adorar. En tiempos de incertidumbre y cambio, el viento lo guió y nunca lo llevó por mal camino, mientras escuchara, todo estaría bien.

Entonces, presta atención al causante del sonido , Y lo que el viento le dijo fue una noticia.

Pasó otro minuto.

"Hola viejo amigo", saludó Kazuha con los ojos aún enfocados en la línea que separa el mar del cielo.

Salpicaduras externas brotaron repentinamente detrás de él cuando una sombra cubrió su figura medio hundida, "Hola a ti también".

Una voz profunda le devolvió el saludo. Era familiar y tranquilizador evitando que Kazuha no pudiera cubrirse los labios para no dejar escapar una pequeña risa. Su amigo presionó su mano contra su hombro, agarrándolo firmemente.