Listos

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-¡Vamos!-

A gun no se le ocurrió por primera vez que su hija, su preciosa nirin, podría haber sido más que humana. A los cuatro años de edad, poseía un rango de octavas que rivalizaba con una soprano de ópera. Había pocas dudas en su mente de que la chica había heredado la impresionante fuerza de su marido. Un golpe de su pequeño puño dejó a una persona viendo estrellas. Incluso mientras intentaba atar a nirin en el asiento del automóvil, gun estaba seguro de que la niña era en parte pulpo. No se dejaba poner el cinturón, movía  los brazos y piernas sin parar.

-Cuanto antes te ponga el cinturón, antes nos pondremos en marcha.-

Nirin Adulkittiporn Phunsawat encontró esta respuesta inaceptable. Significaba que su papi estaba haciendo algo mal. Si alguna vez iban a ponerse en marcha, tendría que tomar el asunto en sus propias manos. Era una Adulkittiporn, lo que significaba que era capaz de hacerse cargo de una situación.

-Papi, quieto.- Nirin agarró las tiras de tela roja en sus manos. -Yo hago esto.- Dos clics después, estaba abrochada y lista para rockear. -¡Vamos a ver al cachorro!- exclamó emocionada.

-Y al tío.- agregó gun.

Nirin aplaudió. -¡Vamos a ver al cachorro y al tío!-

Sacudiendo la cabeza, gun cerró la puerta. Dio la vuelta a la parte trasera del coche antes de subirse al asiento del pasajero delantero. -¿Crees que deberíamos decirle a tu hermano que su única sobrina pone a su perro antes que a él?-

Off se rió entre dientes: -Algunos días me gusta más el perro que mi hermano. Al menos el perro sabe recibir órdenes.-

-Y no ha tratado de enterrarte vivo.- agregó Gun.

Salieron del garaje, bajaron por el camino de entrada y salieron a la calle.

-Para ser justos...- dijo off -le quemé las cejas. Les tomó más de dos meses volver a crecer por completo.-

-¡Mientras tanto, tuvo que pintárselas con lápiz! Se parecían a dos orugas.-

-De hecho parecían dos orugas muy enojadas.-

Nirin estaba aburrida. Se requería entretenimiento. -¡Papá!- ella gritó. -¡Pon mis canciones!-

De no haber sido por el cinturón de seguridad que sujetaba los hombros, gun se habría golpeado la cabeza contra el salpicadero. Repetidamente y con intensidad creciente. En cambio, se frotó las sienes anticipando la batalla que estaba a punto de perder. -Por favor , niiriiinn...-

Sobre el tema de sus canciones, Nirin era inflexible. Se volvió hacia su papá. -¡Papá, quiero ser famosa!-

No era que Off tuviera problemas para negar algo a su hija. En todo caso, gun solía ser el primero en retirarse. Nirin podía envolver a gun alrededor de su dedo como una banda elástica. Eran por esos hoyuelos, tan adorable. En el momento en que salieron, cualquier adulto dentro de un rango de dos pies estaba perdido.

Dirigiéndose a su compañero, off dijo: -Son solo tres canciones, gunnie. Y estaremos allí antes de que te des cuenta.- Por suerte para ellos, la mayoría de sus destinos estaban en un radio de tres canciones. Eso fue todo lo que gun pudo aguantar.

-¡Pero ni siquiera es música!- gun se mantuvo firme. -Es... es...- Su rostro se arrugó con disgusto. -¡Autosintonía!-

Entre los lloriqueos en el asiento trasero y la evidente incomodidad de su esposo, off tuvo que tomar una decisión difícil. Presionó un botón en el volante. -Big Time Rush... Famoso...-

La música digital se puso en marcha, para deleite de la pequeña adulkittiporn.

-Quiero ser famoso... famoso... Quiero ser el que está viviendo la vida...-

Off le recordó a Gun. -Podría ser peor... agradece que no le guste Hannah Montana.-

Pau🤍

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Pau🤍

Las crónicas de Nirin •Off-Gun•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora