Shiro es un chico de dieciséis años, cabello negro como el carbón y ojos del mismo color, se encontraba en el ala este, en esta parte se encontraba el jardín, su parte favorita del castillo ya que era muy tranquilo, nadie trascurría por ella a excepción de Gabriele, un señor de unos cuarenta años que se encargaba de la limpieza del lugar, Shiro estaba practicando con su espada desde muy temprano, ya que desde la muerte de sus padres solía hacerlo con más frecuencia como medio de distracción, pero la verdad, se perdía en sus pensamientos al practicar con su espada, y el recuerdo recurrente de que sus padres fueron asesinados brutalmente por mercenarios lo atormentaba por mucho que intentara olvidarlo.
Solo se escuchaba el sonido que generaba la espada al ser levantada y agitada nuevamente hacia abajo, cada vez mas rápido y con menos preciso, sus ahora temblorosas manos empezaban a sangrar un poco, pero eso no le molestaba, el solo...
¡Shiro! -grito un hombre a la distancia-
Shiro se detuvo percatándose de que se había perdido en sus pensamientos de nuevo.
Abuelo, que raro verte por esta parte del castillo -exclamo Shiro colocando su espada en la pequeña mesa de mármol a su lado para dirigirse a su abuelo-
He venido a buscarte -una mirada a su nieto era suficiente para saber que estaba sufriendo por las perdida de sus padres- Pero me alegro al ver que has estado entrenando mucho estos días, pero recuerda que un hombre no escapa de sus problemas.
Abuelo, tan solo quiero ser fuerte, tan fuerte como para viajar por el mundo sin ningún riesgo -murmuro Shiro con tristeza-
Lo serás Shiro, solo tienes que trabajar duro y nunca rendirte –le dijo su abuelo convencido tomando asiento en la mesa de mármol.
Lo se abuelo pero, para que me estabas buscando ¿sucedió algo?.
¿Acaso no puedo pasar un poco de tiempo con mi nieto? -bromeo su abuelo- Pero, no te equivocas quiero hablar contigo sobre algo muy importante
-¿De que se trata? -indago Shiro algo preocupado-
Bueno, estuvimos discutiendo quien será el próximo rey de Artoria ahora que tu padre no esta, yo ya estoy algo viejo para cargar con esa responsabilidad de nuevo, y hemos llegado a la conclusión que quien mejor que tu para hacerlo –su abuelo hablo sin vacilar la sorpresa en el rostro de su nieto fue evidente-
¿¡Que!? como es posible si yo soy un simple adolescente, no estoy preparado para tomar el trono abuelo –se levanto abruptamente de la mesa de mármol , aun sorprendido por las palabras de su abuelo-
Estoy consciente de eso, pero sé que con trabajo y esfuerzo podrás llevar este Reino por el buen camino -dijo su abuelo tranquilamente mientras se serbia un poco de te-
Pero... -yo no quiero ser rey-
Recuerda que tienes a tu abuelo para que te guie, quita esa cara pronto serás rey al igual que tu padre –decía su abuelo mientras se levantaba de la mesa de mármol y miraba a su nieto.
Está bien abuelo -murmuro Shiro con la cabeza baja-
Oh, mi querido nieto, tu padre sin duda estaría muy orgulloso de ti, bueno tengo que irme mucho papeleo me espera -bromeo su abuelo- Oh, Shiro, se me olvidaba la coronación se llevara a cabo en siete meses.
-Shiro observaba la espalda de su abuelo mientras se alejaba y dijo- Abuelo, yo no quiero un trono que me ate a el reino, aun así sé que podría seguir los pasos de mi padre, pero mi deseo es otro, explorar este vasto mundo, pero seguiré tu deseo.
Esa misma noche se avistaba una tormenta, que sería testigo de la gran tragedia que ocurriría en el castillo.
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''Un sirviente para la Reina''
RomanceÉl nunca tuvo que ser un sirviente, solo buscaba libertad tras la abrupta muerte de sus padres pero aun así termino atado a un destino un tanto problemático, vendido y comprado listo para conocer a una Reina un tanto loca podrá ser salvado a tiempo?