Anoche lo soñe, ya no recuerdo cuando fue la última vez que había soñado con el. Pero este fue un sueño diferente, ninguno dijo ni una palabra, el estaba recostado al otro lado de la cama, estaba como lejos pero muy cerca de mi a la vez, en medio de nosotros una niña, nuestra quizás.
Ahora que lo pienso no fue tan raro que una niña apareciera en el sueño, últimamente he recordado mucho esa vez que me propuso que tuvieramos un hijo juntos, y yo no quería ser madre, no me arrepiento, pero quizás si hubiera sido con el, seria, diferente, mejor quizas.
Que gracioso y atroz como ambos fuimos padres, pero no uno con el otro como el queria si no con personas diferentes.
Fue tan real, tan real que desperté llorando, desconcertada, en el sueño me beso, fue algo muy normal, y ¿porque llore si fue tan normal? Fácil, lo que pasó en ese sueño es simplemente eso, un sueño, nunca pasará, por mucho que lo ame, por mucho que quiera estar con él; el tiempo paso, nuestro tiempo ya pasó.
Fue mi primer amor, el más bonito, nos conocimos en 4 de primaria, justo ahí nuestro amor empezó, primer beso coqueteo, pero no fue hasta secundaria que la cosa se puso seria, por decirlo de una manera, buscabamos cualquier momento. cualquier escusa, para poder vernos a escondidas en nuestro lugar, el lugar de siempre, lo amaba demasiado, pero era muy joven para apreciar lo que teníamos, éramos muy jóvenes, y no supimos valorar lo que teníamos, lo que nos estaba pasando. Siento que la que más errores cometió fui yo, pero no voy a entrar en detalles.
Lamentablemente la vida me llevo lejos de este amor, sufrí tanto tantas cosas, pero no olvide de él nunca y nunca lo haré, el primer amor nunca se olvida, ¿verdad?
Cuando pude volver cuando la vida estuvo mejor, el, ya no estaba, y no me refiero a lo físico, su persona estaba ahí, pero no era el que yo recordaba, ahora era una persona llena de prejuicios, vicios, metas muy diferentes a las que tenía, y aunque cuando sonríe yo aún me derito de amor por dentro, ya no era el mismo, ya no es el mismo. Ambos hemos cambiado.
Y aquí estamos aquí ambos mas para los 30 que para los 20. Han pasado más de 15 años desde que muestro amor empezó. Y aunque esta historia ternimo con nosotros separados, y para siempre, el destino aún nos sigue querido juntos; si no fuera así ¿porque insistiria en que nos crucemos camino al trabajo todos los días? Misma hora, mismo lugar, habiendo tantos caminos, tantas posibilidades.
Yo solo espero que el me recuerde como yo lo recuerdo a él, aunque ya no podamos estar juntos nunca más.
