2. El conejillo de indias

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Un oso de peluche de 4.5 cm era adorable pero sobretodo increíble ya que se trataba de un oso que originalmente medía 45 cm.
Aún con el láser en sus manos, Colette fue bajando los brazos, intentando asimilar lo que había ocurrido.

—¡¿Qué mierda fue eso?! —le dijo Brock desde la segunda mesa.

—Mi... proyecto —contestó Colette lo más sonriente que podía—. ¡Funcionó! ¡Lo logré! ¡Lo logré! ¡No puedo creerlo! ¡LO LOGRÉ! —gritó y rió escandalosamente.

—¿Cómo lo hiciste? —preguntó Bea, la alumna de la tercera mesa.

—¡Llevaba meses diseñando todo, me fue muy difícil conseguir los materiales y darle forma, me costó tanto lograr esta tecnología y en algún momento creí que no era posible pero... SÍ PUDE! —volvió a decir emocionada después de dejar el láser sobre la mesa—. ¡Necesito otro objeto! ¡¿Tienen alguno?! ¡Debo probar si los demás niveles funcionan!

Sin pensarlo, Bea le ofreció un cuaderno que tenía colocado en su mesa.
Colette lo revisó para verificar que no hubiera nada importante y al ver que era casi nuevo, decidió tomarlo como prueba.

—Ahora veamos... Vamos a reducir este cuaderno a la quinta parte de lo que mide.

Ajustó de nuevo la configuración de su láser. Tenía únicamente tres niveles.

> 5
> 10
> 15

Fue el mismo procedimiento. Colette sostuvo el láser mientras este reconocía el nuevo objeto a reducir y después lo mostraba en un nuevo tamaño.

Casi llorando de felicidad y con los dos alumnos totalmente incrédulos, Colette sabía que ya podía estar tranquila. Su láser cumplía con totalidad su función y gracias a eso ya podría graduarse.

—¡Esto es increíble! —le dijo Bea—. Pero... ¿Se quedan en miniatura de forma permanente?

—¡Supongo que sí! No está diseñado para que los cambios se reviertan.

—Ah, entonces... ¿Ya perdí mi libreta? —preguntó apenada.

Colette guardó silencio y sonrió nerviosa. Seguidamente se disculpó y pensó en empezar a diseñar ahora un láser aumentador.
De cualquier forma, los otros dos alumnos reconocieron su brillante proyecto y la felicitaron, causando en Colette una alegría inmensa.

“Mi padre estará muy orgulloso de mí...” —pensó emocionada mientras guardaba de nuevo el láser en la caja.

—Okay, okay —dijo Brock—, no sé qué demonios acabo de ver pero lo que sí sé es que ahora habemos 3 futuros egresados de la Academia.

Las dos chicas sonrieron y aunque Colette no era amiga de ellos, decidieron ir juntos a almorzar.
La clase para la presentación de proyectos iniciaría en solamente una hora.

···

—La reducción de tamaño del objeto fue posible ya que se disminuyó la distancia entre las moléculas que lo componen. Es por eso que el objeto puede encogerse sin que sus proporciones o características fundamentales se pierdan —explicó Colette al demostrar frente a la clase su proyecto.

Vió rostros asombrados, incluyendo el rostro del profesor.
Si bien de la Academia salían los mejores científicos y con las mejores ideas, nunca antes nadie había innovado en la ciencia como Colette lo acababa de hacer.
Luego de los fuertes aplausos de todo el grupo, el profesor solicitó que Colette se quedara para hacer una reunión con los demás profesores y mostrar el que era hasta ahora el proyecto más increíble de todos los que habían sido presentados.

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2023 ⏰

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