Doll House 🎀 FangxEdgar

1. La práctica #17

[Notita antes de leer]

Para escribir flashbacks posicionaré el texto de lado derecho, así c:

Lo menciono de una vez para que no haya confusiones a la hora de leer, ahora sí, empecemos 👏🏻😎

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Dicen que la etapa universitaria es la peor. Estrés, rutinas, desvelos, cansancio físico y emocional y demás.
Colette lo confirmaría después de entrar a la prestigiosa Academia de Brawl Stars para estudiar la carrera de Ciencias.

De las 7:00 hasta las 14:00 estudiaba, de las 15:00 a las 21:00 trabajaba y dormía entre 4 a 5 horas... todos los días.
Los fines de semana los adoraba porque tenía más tiempo para descansar aunque sus pendientes escolares no le permitían tomarse descansos muy extensos.

Muchas veces a Colette no le importaba tener que hacer todo ese esfuerzo. Veía a su padre cada día y la vida de lujo que él llevaba siendo un grandioso científico y médico y sabía que en algún futuro ella se encontraría justo como él.

La manera de educar de Byron era como él, anticuada. Creía que el éxito que tenía se debía a que sus padres habían sido muy estrictos con él durante su época universitaria y planeaba repetir ese patrón con su única hija para forzarla a tener una vida exitosa igual que la suya.

—Y bien, ¿en dónde estarás trabajando? —preguntó el mayor mientras descansaba en el sofá.

Uno de los acuerdos que tenían era que Colette iba a estudiar y trabajar al mismo tiempo para que ella pagara todos sus gastos universitarios. Byron no planeaba dejarle el camino fácil.

—Solo dos lugares me convencieron... Pero aún no me decido —respondió ella tímida. Pocas veces se le veía así.

—Escucho tus opciones.

—La tienda de regalos de Griff y el cinema de la ciudad —esbozó una sonrisa.

Byron bajó su pierna, la cual tenía encima de la otra y miró fijamente a su hija.

—¿A tan poco aspiras, hija?

—Papá, son los únicos lugares donde no me piden experiencia...

Byron carraspeó. —¿Y hay hombres? —preguntó serio.

—Ahm... No creo que debas preocuparte por eso, papá... —comentó Colette recordando.

—Lo único que tienes que hacer es servir las palomitas, limpiar, tomar las órdenes, recibir los tickets y corroborar que los clientes entren a la sala adecuada... ¡Hey, casualmente mi trabajo! —Fang sonrió nervioso—. Okay, ignora lo último.

—Uhm... Se escucha fácil —respondió Colette con ingenuidad—. ¿Y cuánto es la paga...?

—¡Fang! —gritó un escandaloso hombre pelirrojo, quien al acercarse le dió una fuerte nalgada al asiático—. ¡Qué buenas nalgas se te ven hoy!

—¡Lo sé! —rió—. ¡Me he ejercitado tanto que finalmente lleno los pantalones! —dijo sonriente mientras se sobaba.

—Eso veo... —dijo Buster bajándose las gafas—. Están unos 3 centímetros más grandes...

—Oh, ¡qué lindo debe ser trabajar con tu novio en el mismo lugar! —expresó Colette sonrojada ante el trato que los hombres se daban frente a ella.