Capítulo 8

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Nuevamente el ambiente era caliente. Jennie pronto estaba sin su vestido puesto, completamente entregada a Lisa. Intentó sacarle su ropa también.

ㅡ No. ㅡ dijo Lisa apartando su mano. Pero Jennie quería llevarla a su límite así que lo volvió a intentar. ㅡ Mierda, dije que no.

Se sorprendió de oír la primera palabrota de su boca, se mordió el labio y una vez más lo intentó.

ㅡ ¿Qué no escuchas? ㅡ retó levantando sus manos hasta que estuvieron sobre su cabeza, totalmente inmóviles. ㅡ ¿Es divertido para ti no obedecer? No seas rebelde, harás lo que yo quiera ahora.

Lisa la besó de forma dura, entrando en su boca con la lengua y siendo ruda con sus movimientos. Casi no podía seguirle el ritmo, estaba más loca por los toques de las manos sobre su pecho y cintura. Ahora que sus manos volvían a ser libres, acarició el cuerpo delgado y fuerte de su novia con emoción, odiando la tela de su camisa que no le permitía sentir su piel.

Después de un rato, Lisa se levantó de la cama, parada en el suelo a los pies de la cama con el cabello alborotado, labios hinchados y mirada lujuriosa. Sin decir una palabra, ella desabrochó su cinturón y bajó un poco sus pantalones. Su erección estaba siendo muy visible a pesar de estar usando su ropa interior todavía.

Jennie entendió todo cuando Lisa levantó una ceja. Se movió de su lugar acostada hasta estar sobre sus manos y rodillas, inclinada hacia adelante mirando a los ojos a la tailandesa.

ㅡ Lo quieres más que yo, ¿verdad? ㅡ se burló viendo como le quitaba la última prenda y pronto la polla gorda y venosa estuvo al aire. ㅡ Abre esa boquita de puta.

No era la primera vez que se la chupaba y aún así Jennie se impresionó porque no le entraba todo en la boca. Tenía que usar una de sus manos para masturbarla desde donde no llegaba, mientras con la otra se sostenía para no caerse.

Lisa solía ser callada, especialmente cuando tenían sexo. Ahora era como otra persona. Los gemidos de su garganta parecían la canción más obscena y melodiosa que podía existir. Solo se escuchaba eso junto a el ruido de Jennie al chupar, pasando su lengua por todas partes y acariciando un poco con los dientes. La mano de Lisa le sostenía el cabello pero no apretaba demasiado, tampoco se movía de su lugar. Solo la cabeza de Jennie iba de atrás hacia adelante.

ㅡ Eso es, come toda mi polla. ㅡ gimió la tailandesa, mirando hacia abajo y disfrutando de los ojos cerrados de Jennie, con saliva cayendo de los costados de sus labios.

Sus gemidos pronto se hicieron más seguidos, cada vez más largos y ruidosos. Y Jennie se sentía orgullosa de estar provocando eso.

Y hubiera seguido chupando si Lisa no la hubiera apartado. Un hilo de saliva la conectaba con la punta de la polla.

ㅡ Ahora te la vas a tragar de otra forma.

Dirty Talk | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora