É𝓵 𝓮𝓼𝓽𝓪 𝓫𝓲𝓮𝓷,
quizá con un corazón herido, y el corazón hecho pedazos, pero sin deseos de detenerse por su 𝓱𝓲𝓳𝓪, con toda motivación para seguir con sus sueños e ir adelante a pesar del sufrimiento y las decepciones.
𝓔𝓵𝓵𝓪 𝓮𝓼 𝓯...
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Carlos Sainz, ha tenido 3 momentos más felices en su vida que por nada en el mundo iba a cambiar.
Cuándo entró a fórmula 1.
Cuándo Ferrari lo llamó para firmar un contrato.
Y sin duda el más importante para él,
Todos los momentos que tiene con su hija desde el 2014.
El mejor día de su vida fue cuándo su hija nació, ver a una preciosa de ojos café con un cabello castaño, esas mejillas regordetas con una tonadita rojiza. Él ahí supo que esa pequeña iba a ser por siempre la nena de su vida.
El jamás se imaginó ser padre a sus 20 años y con indicios de iniciar su carrera como piloto de fórmula 1. Era un reto enorme para él, puesto qué siempre hacía lo imposible para ser un padre presente, a él jamás le interesó ser uno ausente porqué sus papás no le enseñaron a ser de esa clase de hombre que embaraza a las mujeres y las deja botadas como si fueran un pedazo de basura.
Él a pesar de los regresos llenos de cansancio a causa de un fin de semana pesado de carrera, llegaba a lo que es su hogar para poder pasar aunque sea un mínimo de tiempo con su hija Ángeles. Siempre que llegaba a su hogar se encontraba con la imágen que él amaba ver siempre, su bebé en brazos de su novia.
Los meses transcurrían, el amor por su hija aumentaba pero el amor hacía su novia disminuía.
Su novia Rosaura, había cambiado de manera drástica. Ella ya no era amorosa con él, siempre que Carlos intentaba darle un beso o quería pasar tiempo con ella, siempre lo ignoraba o inventaba alguna excusa para no estar ahí junto a él. Y no sólo cambió con Sainz, sino que también lo hizo con el amor que se supone que le debe a tener a su hija.
Rosaura siempre que la pequeña Ángeles lloraba ya fuera por incómodidad a cuasa del pañal mojado, por querer atención o tener hambre; la española terminaba gritándole o llorando de vuelta. Algo que logró que Reyes le advirtiera a su hijo sobre ese comportamiento.
Carlos intentó hablar con ella miles de veces, pero a ella siempre le valió una mierda lo que él le comentaba.
Todo estuvo relativamente "bien", hasta qué en la fiesta del primer año de la pequeña Ángeles, todo el desorden se desató gracias a que su madre.
