Capitulo dos

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Michikatsu

No lo entiendo, ¿Qué acaba de pasar?

Hace un momento fuí cegado fuertemente en el purgatorio y ahora me encuentro en este lugar tan blanco lleno de dispositivos.

Esto es confuso, no tengo movilidad absoluta en mi cuerpo, no puedo hablar, mis cuerdas bocales se sienten frágiles, aunque solo pude hacer una cosa. Y esa cosa es llorar.

- Michikatsu tranquilo mi niño, aquí está mamá, ¿acaso tienes hambre? - aquella mujer trataba de calmar mi llanto dándome calostro -

- (No me queda de otra, no hay nada que pueda comer con este cuerpo frágil y débil) - resignado acepte la leche que salía de uno de los pechos de aquella joven chica -

No me gustaba la idea de renacer, quería aceptar finalmente mi muerte como lo haría un samurái, pero está era una oportunidad para dejar mi pasado atrás y poder demostrar que ya no soy aquel monstruo que devoró millones de vidas inocentes sin remordimiento alguno.

Al cabo de unos minutos sentí mi hambre saciado por el líquido brindado, así que solté su pecho con un hilo de ese lácteo bajando por la comisura de mis labios.

- Son muy tiernos mis niños. Hoy podrán conocer su nuevo hogar - mire su mano, la mano de aquella mujer acariciaba la mejilla de mi hermano el cual se parecía bastante a Yoriichi, pero no creo que sea el -

- Akeno - habló un doctor - cómo sabe usted podrá irse en cuanto su marido venga por usted pero... - hizo una breve pausa - es mejor que deje al gemelo mayor a realizar estudios. No sabemos el origen de aquella marca en su frente y tememos que sea algo que afecte su salud en un futuro -

¿Gemelo mayor? Se supone que el mayor soy yo, sin embargo, yo nunca nací con una marca en la frente, esa la desarrolle a lo largo de los años por el entrenamiento de los cazadores. A no ser que "Yoriichi" sea el mayor...

No, ya estoy imaginando cosas, además ¿cuál es la probabilidad de que haya vuelto a la vida con Yoriichi siendo nuevamente mi hermano? Exacto, las posibilidades con casi nulas.

Poco a poco mis párpados se hacían pesados hasta el punto de no poder abrir mis ojos bien, y cuando menos me di cuenta caí en un sueño profundo por el desgaste mental que conseguí al procesar todo lo ocurrido.

Yoriichi

Observaba como mi Aniue ahora mi Otōto se quedaba dormido, era algo bastante tierno a decir verdad. Me alegra bastante poder volver a comenzar una vida con el, supongo que en está era más avanzada las relaciones entre hombres son más comunes, aunque no se si las relaciones entre familiares también lo sean...

¡No! No dejaré que esos pensamientos me desanimen, ganaré el corazón de Michikatsu a toda costa sin importar lo que diga la gente. ¡Estoy más decidido que nunca!

Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro y abracé como pude a mi "hermano", cuando derrepente sentí unos brazos más grandes y algo delgados estrujando nos. Eran los brazos de nuestra madre.

- ¡Qué lindos son mis niños! ¡Desde recién nacidos se demuestran su amor de hermanos! - dijo bastante animada y cariñosa -

Yo únicamente la mire inexpresivo mientras analizaba sus características. Tiene un cabello largo azabache, razgos finos y delicados, piel blanca como la porcelana y suave como la seda. Es delgada, pero no al grado de parecer un esqueleto viviente, y su personalidad puedo deducir que es como Uta; amable, cariñosa, empática y sensible.

𝗗𝗘𝗝𝗔𝗠𝗘 𝗔𝗠𝗔𝗥𝗧𝗘 || 𝗧𝗦𝗨𝗚𝗜𝗞𝗨𝗡𝗜'𝗦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora