01 : mala bienvenida

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minhee miró por la ventana del auto, tomó un largo suspiro y luego abrió la puerta, bajándose junto a su hermana melliza.

—minhee, chaehyun —dijo la señora kang, captando la atención de sus dos hijos—, espero les vaya bien.

—seguro que sí. —soltó chaehyun con sarcasmo.

—sé que ya están cansados de cambiarse de colegio per-

—mamá, nos vemos en el almuerzo —habló minhee, interrumpiendola—. chau, que te vaya bien.

ambos hermanos entraron a la escuela y se dirigieron directamente hacia la dirección, aún tenían mucho papeleo que arreglar.

minhee odiaba los cambios de colegio, era la tercera vez que se cambiaba en el año.

hacer el papeleo era tan tedioso, mucho más a mitad de año.

su padre era uno de los empresarios más famosos del país, desde que tenía uso de razón habían estado mudándose de un lado a otro debido al trabajo de su progenitor.

se podría decir que vivió en casi todas las ciudades del país, incluso por una temporada vivió en inglaterra, colombia y japón.

no tenía amigos por la misma razón, odiaba hacer amigos o apegarse a las personas porque tarde o temprano tendría que dejarlos ir.

aunque, bueno, solo tenía una amiga.

su mejor amiga.

yujin, a quien conoció en el kinder y su madre trabajaba en la misma empresa que su padre.

siempre enviaban a sus padres a los mismos sitios al mismo tiempo, por lo que nunca perdieron el contacto hasta ahora.

minhee estaba en Busan actualmente y yujin se había quedado en Jeju.

anteriormente, cuando era más pequeño vivió en busan así que no era un cambio tan brusco. pero las tardes junto a su mejor amiga de toda la vida, las extrañaría más que a nada.

realmente quería regresar a jeju o que la madre de yujin tuviera un traslado de último minuto, cosa la cual era totalmente imposible debido a que todos los empleados ya habían sido asignados a sus nuevos puestos.

mayormente, hacían una rotación cada 2 o 6 meses.

minhee esperaba que por esta vez, no hubieran más rotaciones.

una vez terminaron de realizar el tedioso papeleo, fueron a revisar sus horarios y salones.

para su mala suerte, minhee no compartía ni una sola clase con su hermana.

genial, ahora tenía más razones para sentirse solo.

lo que lo ayudaba en los cambios de colegio era su hermana, ahora no la tendría en el mismo salón y eso lo molestaba.

—¿podrás solo?

—sí. ya no soy un niño, chae... te recuerdo que tenemos la misma edad.

—lo sé, pero me preocupas.

—estaré bien. ¿nos vemos en la salida o en el recreo?

—te escribo y te digo.

—va, va.

—suerte.

—igual para ti.

minhee se despidió de su melliza y se encaminó hasta su salón, la clase ya había empezado por lo que pudo escuchar así que solo tocó la puerta esperando que fuera abierta.

—hola —lo saludo alegremente la profesora—, tú debes ser minhee, ¿no?

—sí.

—bienvenido, entra.

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