3. Odio

313 36 6
                                    


"¿Qué rayos es esto? ¿Por qué no lo usas tú?" Jeno estaba sentado en una esquina de la cama, con las piernas cruzadas y mirando a Jaemin patalear.

"Es para quienes no saben estarse quietos", Jaemin no estaba acostumbrado a encontrarse con personas con fetiches raros. Siempre lo dejaban hacer lo que él quisiera. Ni siquiera sabía cuál era el de Jeno. Solo sabía que estaba encadenado a la cama y fácilmente podía pensar que en cualquier momento Jeno le pediría que empezara a ladrar o alguna rareza por el estilo.

"Eres más agresivo de lo que pensé. ¿Qué me vas a hacer?" Se estaba empezando a poner nervioso. Estar restringido de movimiento no era precisamente algo a lo que estuviera acostumbrado. Apenas conocía al tipo que tenía enfrente y solo Dios sabía si era un psicópata o algo así .

"¿Qué quieres que te haga?" Jeno lo veía con desinterés, ni siquiera se molestaba en mirarlo directamente, simplemente le lanzaba miradas rápidas y volvía su cara al teléfono que había estado revisando desde que encadenó a Jaemin.

"Ni siquiera sé qué significa esto, ¿por qué tiene que dolerme?"

"Sabes qué, olvídalo", Jeno se levantó de donde estaba y se acercó a Jaemin con una llave. No había tenido un buen día y tenerlo ahí encadenado haciéndole preguntas le estaba empezando a dar dolor de cabeza.

Al principio pensó en hacer que se la chupara para callarlo, pero descartó la idea cuando recordó que estaba borracho. Jeno podía ser un sádico al que le gustaba ver a la gente retorcerse de vez en cuando de dolor, pero no se aprovecharía de un borracho que acababa de escapar de unos proxenetas.

Jaemin vio cómo Jeno acercaba la llave a la parte trasera de su cuello y, con un movimiento que hizo que el collar lo asfixiara, se apartó. Jaemin no quería que lo soltara. Quería respuestas.

"No, respóndeme", Jeno se enderezó y lo miró con cansancio. Verlo en una esquina de la cama, con la cadena en el cuello, le había prendido un poco, no iba a mentir, pero de verdad ya no tenía ganas de tenerlo ahí y escuchar su voz.

"Estás borracho, Jaemin. Vete a donde sea que vivas y olvídalo", volvió a acercarse a su compañero, quien ahora estaba más lejos de él, por lo que tuvo que apoyarse en la cama. El movimiento de Jaemin era limitado, pero hizo cálculos y determinó que el largo de la cadena era suficiente para lo que iba a hacer.

Cuando Jeno se acercó, Jaemin se arrodilló en la cama, lo agarró del cuello, lo tiró boca abajo y de un rápido movimiento se subió sobre su espalda baja.

"Dime o seré yo el que te la meta", puso una mano sobre su nuca, haciendo presión sobre esta. Jeno vio de reojo la cadena del collar de Jaemin cerca de él y con un leve estirón la alcanzó y jaló, haciendo que Jaemin soltara aire y comenzara a toser. Este soltó su agarre y quien estaba abajo de él aprovechó para darle la vuelta y cambiar de posición. Ahora Jaemin estaba boca arriba y tenía a Jeno encima.

"Fui considerado contigo pero ya me hartaste", se levantó de donde estaba, se paró junto a la cama mirando en la dirección en la que estaba Jaemin y lo atrajo al borde de la misma. Cuando lo tuvo enfrente, se desabrochó el cinturón, bajó su cremallera y parte de sus pantalones, dejando ver su ropa interior y dijo.

"Haz que se me pare", Jaemin se puso rojo. La forma grosera en que se lo pedía le dio toques como si de electricidad se tratara. Jaemin se enderezó y apoyó todo el peso de su cuerpo en el antebrazo que descansaba en el colchón.

"¿Y el collar?" Acercó su cara al bulto de Jeno, que aún no había crecido, y lo miró a los ojos, expectante.

"Agradece que no te até por completo. Es más excitante cuando aún pueden resistirse un poco. Chupa", a Jaemin se le iluminaron los ojos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 18, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sex Drop | NOMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora