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jinkook

El azabache no se separó en ningún momento del Omega, sosteniendo su manita y dejando que el menor tirara sin delicadeza alguna de sus cabellos y soportando los gritos, insultos y maldiciones que le lanzó sin filtro alguno el menor hacia su persona.

Y ahora, el Omega sostenía su camisa, totalmente dormido en su pecho y él acariciaba sus cabellos, disfrutando a su vez del aroma de su Omega mezclado con el de leche. Pero además de estar feliz por el nacimiento de su nueva cachorrita, SeokJin estaba realmente austado y angustiado por lo que pasaría ahora.

Es consciente de lo que dijo y aunque está algo arrepentido por algunas de sus palabras, quiere ser más realista, tener presente que con tantos cachorros en casa sería mucho más complicado tanto para él como para JungKook. Por su parte tendría que tirar de sus ahorros que hasta el momento estaban pensados para una pequeña boda con su novio. Y además de gastar eso, obviamente se plantearía la idea de otro trabajo en donde paguen más aunque tenga que trabajar cuarenta horas más.

Y JungKook, él viviría rodeado de mucho estrés, pues conoce a sus bendiciones y no son cosa fácil, ya no son pequeños y por más que intenten mantenerlos tranquilos simplemente no se puede porque son niños.

Le sienta mal que por trabajar se esté perdiendo su paternidad, sus momentos en familia, el crecimiento de sus cachorros...

Suspiró restregando su mejilla contra la cabecita de su novio.

No le quería dejar, no soportaría alejarse tanto tiempo del Omega, pero debía reconocer que falló muchas veces y por más arrepentido que se encuentre en esos momentos no puede remediar el dolor que causó en su menor y si el mismo le pedía dejar la relación, debía aceptar sin más. Pero dolía.

Unas cuantas lágrimas bajaron por sus mejillas, sin moverse mucho siguió abrazando al Omega, podría ser la última vez que estuviera tanto tiempo junto a él y quería grabar cada segundo con el menor, sabía que en un futuro iba a anhelar eso.

Lo peor del caso era eso; perder tiempo con la familia que a él tanto le ha costado.

No decía que a JungKook no le había costado, el Omega era quien cuidaba día a día a los cachorros, quien se levantaba temprano para tenerlos a todos listos, corriendo de un lado a otro para tener todo listo.

Por esa parte lo llevaban bien.

─Deja de llorar, me vas a hacer llorar... ─Susurró el menor sin moverse, no queriendo que ese tiempo acabara, realmente no se quería separar jamás.

─Te amo mucho, Kookie, mucho, muchísimo... ─Besó su cabeza enrollando sus manos por el cuerpo del menor, deseando que en ese instante todo se paraba.

Un sollozo salió sin querer de sus labios, sin dejar de abrazar el cuerpo del Omega. Quien ahora dejaba salir libremente sus saladas lágrimas en silencio, teniendo un nudo en su garganta que no le permitía hablar y es que no quería decir nada porque sabía que su voz se rompería a los segundos.

─Cuando comenzamos a salir me preguntaba muchas veces si de verdad estabas enamorado de alguien como yo, cuando me di cuenta de que yo estaba loco por ti, no dudé en hacer todo lo posible por mantenerte feliz. Cuando me dijiste lo de tu embarazo, la pase mal, JungKook... no creas que fue porque no te quería o no queria a nuestra bebé, fue porque estaba angustiado, ser padre era... algo nuevo para ambos pero mi padre me exigía mucho, ¿recuerdas? Que si debía conseguir trabajo, que si debía cuidarte, buscar un departamento y todo eso... ─Suspiró acariciando la cabeza del menor─ Cuando nuestro segundo bebé llegó... yo estaba emocionado, JungKook, yo quería abrazarte, disfrutar contigo pero únicamente recibí críticas por parte de mi familia, reclamos, insultos... No la pasé bien y la pagué contigo y con nuestro hijo. ¿Recuerdas cuando SoulJin aprendió a caminar? ─JungKook asintió sin retener sus lágrimas aún─ Fui a contarle a los padres, y-yo estaba contento por Jinie pero ellos dijeron que seguro y era un Omega por sus pocos esfuerzos...