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Corría los pasillos de la empresa en busca de un estudio específico. En el camino saludaba a los del staff y trainees que había y estos le devolvían el saludo amablemente, todos ya lo conocían ahí.
Cuando llegó a la puerta tocó tres veces e ingreso cuando escucho un "Pasé" detrás.
Su lobo ronroneo cuando el concentrado aroma a pie de manzana y vainilla lo invadió, era el aroma protector de su alfa.
-Uh, hola, cariño. -Taehyung giro su silla para brindarle una gran sonrisa.
Jungkook sonrió igualmente y se acercó, vio como Taehyung abría un poco las piernas en su amplia silla invitándolo silenciosamente a sentarse en ellas y así hizo, fue directo al regazo de su alfa, este tomo sus caderas entre sus manos y repartió besitos en su cuello dando especial atención sobre la marca de unión.
-¿Cómo has estado, bebé? -Salió del cuello y decidió admirar la belleza que era su Omega, su piel clara, su preciosa nariz adornada con un pequeño lunar; sus curiosos doble párpado en sus dos ojitos dilatados y brillosos, sus labios rosaceos y sus rasgos marcados que lo hacían un deleite visual.
-He estado muy bien, extrañandote un montón. -Puchereó- A veces odio tu trabajo porque te mantienes muy ocupado y no me das suficiente atención, alfa. Los mensajes de texto no son suficientes y eso que aveces ¡No me contestas!
Reclamaba mientras su alfa solo podía admirar con ternura su ceño y labios fruncidos con esos ojitos marrones que le juzgaban.
-Perdoname, amorcito. -Beso el puchero y ceño de su pareja y estos se suavizaron automáticamente.- Sabes que con el comeback del nuevo grupo, organizar algunas coreografías y pistas me consumen. Prometo recompensar te el fin de semana e irnos de viaje en mis vacaciones que ya están cerca.
-Esta bien, Taehyungie.
Jungkook acepto emocionado, el tener a su alfa para el solito y le diera toda su atención simplemente le encantaba. Había estado las últimas semanas intentando llamar su atención con cosas como mostrarle sus nuevas pinturas o pidiéndole ayuda con sus ideas pero Taehyung siempre le decía un "Muy bien, cariño. Ahora estoy ocupado pero pronto te ayudaré" Para llegar tarde en la noche cuando el ya estaba a punto de dormir, solo le daba un besito y lo abrazaba toda la noche (o hasta que alguno de los dos se moviera).
Se sentía abandonado cuando su Taehyungie no le prestaba atención con mimos o halagos, sumándole el hecho de que últimamente había estado más necesitado de su alfa y sabía bien porqué.
Taehyung retiro una de sus manos de la cadera para acariciar una suave mejilla con su pulgar notando como Jungkook cerraba los ojos y disfrutaba de la caricia, decidió acercarlo más y tomar los belfos contrarios con los suyos propios.
Movían sus bocas lento, disfrutándose.
Sus lenguas se encontraron saludándose en un abrazo que los hizo suspirar. El beso fue tomando intensidad y la dermis de Jungkook hervía, sus caderas fueron moviéndose sobre la entrepierna del mayor. Este rompió el beso con un gruñido profundo que erizó los vellos del Omega.
-Puedo oler tu necesidad. -Paseó su nariz por el cuello- Y sentir como llamas a tu alfa para que te tome -Succionaba la piel, su lobo estaba enloqueciendo al notar el aroma dulzón que tenía su pareja.
-A-alfa. -Gimió.
-No podemos hacerlo aquí, bebé. -Seguía besando la emperfumada piel- Mierda, tu aroma me está nublando el juicio, ¿estás por entrar en celo, amor?
-N-no, recuerda que fue hace un mes.
Sus neuronas por fin trabajaron, hicieron 'click' y unió todo lo que pasó por alto.
Pupilas dilatadas.
Olor dulzón y la euforia de su lobo al olerlo.
Jungkook robando de sus prendas, encontrandolas esparcidas en su cama.
La necesidad posesiva que lo invadía desde hace unas pocas semanas.
Su omega queriendo más de lo usual su atención.
-Joder, Koo, bebé -Lo miro directo a los ojos- ¿Tomaste supresores antes o después de tu celo?
El Omega palideció y se puso nervioso al instante.
-Y-yo... ¿Qué piensas sobre los cachorros, alfa? -Decidió preguntar.
Taehyung medito, el ya tenía 29 y Jungkook 28, llevaban 10 años emparejados y ambos tenían estabilidad económica, siempre que trataban el tema de cachorros era por encima pero ahora con el llamado de su alfa comunicándole la probable existencia de un o un par de cachorritos lo emocionaba de sobremanera.
-Que amaría tener unos contigo.
El delicioso aroma a pera, caramelo y algo parecido a talco de bebé invadió el cuarto.
Feromonas de felicidad. Identifico.
-Oh, mierda. -Jungkook abrazo al alfa y escondió su cara entre el hombro y cuello.- Estaba tan asustado pensando que no querías cachorritos que c-cuando... -calló pensando en decirle o no.- M-mi Omega me dijo que estaba en estado entre en pánico.
-Por la luna, Koo ¿Me darás un lindo cachorrito? -Cuando el Omega asintió con lágrimas en sus ojos, el alfa guió su mano y levanto un poco el camisón que lo cubría y acaricio la tibia piel del vientre. Sus dedos dibujaban pequeños circulitos después poso su palma con firmeza debajo del ombligo donde supuso estaría el bebé.
«Mí cachorro. Mí cachorro con Jungkook.»
-Voy a ser el mejor padre y alfa para ustedes, daré todo mí para no fallarles. -Dijo con seguridad.
-Gracias por no rechazar nos, sé que me amas pero la duda y el nunca haber hablado sobre una familia me tenía tan atemorizado que no sabía cómo decírtelo.
-Jungkook, amor. Todo lo que provenga de ti lo amaré de igual forma, te amo y amo a nuestro cachorro.
Disfrutaron de su momento en pareja con la ilusión del comienzo de tener una familia. El torpe alfa ocupado que tomo los desesperados intentos de su Omega por normal porque así era, siempre queriendo atención mimos y halagos que provengan de el y un asustadizo Omega temiendo el rechazo de su alfa a su bebé no planeado.
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