Vivir o morir

Capítulo 1: En medio de todo el caos

"La supervivencia puede resumirse en tres palabras: nunca te rindas. Ese es el corazón de todo. Solo sigue adelante."

-Bear Grylls

Los pocos alumnos que no estaban infectados intentaban no ser atrapados por esos monstruos, algunos cayeron y no tuvieron escapatoria, otros se escondían en las clases que aún seguían abiertas, todo era un caos, no había tiempo para mirar atrás, al mínimo fallo sus vidas podían acabar en un pestañeo, cada uno buscaba su propia supervivencia, muy pocos ayudaban a las personas que se quedaban atrás o se caían.

- ¡Déjame pasar, por favor! – gritaba Christopher, un chico moreno, con gafas, el pelo negro ondulado, mientras golpeaba la puerta desesperado y temblando, él sabía que había gente dentro de la clase, ya que los vio entrar, estaba nervioso ya que los infectados iban hacia su dirección, en un abrir y cerrar de ojos abrieron la puerta y un chico llamado Javier, pero más conocido por todos como "Ledo", alto, con el pelo castaño y lacio, piel clara, lo agarró fuerte de su brazo y metió en clase, mientras Ana, una chica con el pelo largo y con mechas rubias, ojos marrones y piel atezada, cerraba la puerta evitando que los infectados entren, se escuchaban como golpeaban la puerta y no parecían humanos. Christopher intentó agradecerles, pero Ana le gritó para que este se callara y agarró unas tijeras mientras lo miraba fijamente.

- ¿Cómo sabemos que no estas infectado? – preguntó Ana con un tono amenazante mientras miraba con desconfianza a Christopher.

– Más te vale darnos una buena razón para que no te echemos de aquí – dijo Ledo mientras le quitaba las tijeras a Ana y la intentaba proteger, esa reacción sorprendió a Chris, ya que él nunca les había visto así de serios y no sabía ni que decir, solo se les quedo mirando y temblando porque seguía con la adrenalina de la situación anterior.

-Chicos, os juro que no estoy infectado, no me han llegado a morder, ni siquiera me han tocado- decía intentando que los chicos confiaran en él.

-Ya claro, ¿y la sangre en tu camiseta? – preguntaba Ana que no sabía si confiar en él, era una situación muy delicada, ya que no solo era la vida de Chris, si no de ellos también, era una gran acumulación de emociones, preguntas, dudas, etc.

-No es mía, no tengo ninguna herida, no sé de qué o quién podrá ser, pero os aseguro que a mí no me han hecho nada- mientras decía eso se quitaba la camiseta para que vean que no tenía ninguna herida o mordida, Ledo y Ana no tuvieron de otra que confiar en él. Los golpes en la puerta seguían y Chris les dijo que intentaran hacer una barricada con las sillas y mesas, pero Ana dijo que no sería buena idea, ya que podría haber más gente que necesite ayuda y que ellos no podrían escapar ya que las ventanas tenían rejas al ser clases de la primera planta, Ana sugirió que sujetaran la puerta hasta que los infectados se vayan, Ledo apagó las luces de la clase y bajó las persianas, pero sin cerrarlas del todo, ya que como los infectados los vieran estaban acorralados, era mejor que ellos pudieran ver al exterior, pero sin ser vistos, pasaron los minutos y estaban todos en silencio.

- ¿Creéis que habrá más gente que no esté infectada? – preguntaba Chris un poco pensativo mientras intentaba sacar tema de conversación ya que estaban todos callados y cada uno pensando en sus cosas.

- Solo espero que mis amigas estén bien, todo pasó muy rápido y tuvimos que separarnos- dijo Ana un poco triste, Ledo notó eso y le pasó una mano por su hombro y la abrazó.

- Seguro están bien, primero tenemos que ver cómo salir de aquí o al menos tener recursos para defendernos- decía Ledo intentando consolar a Ana.

-El taller sería un buen lugar para conseguir "armas", pero está en el segundo piso- proponía Chris, la idea era una completa locura, pero no se le ocurría una mejor.