Las mentiras no siempre son la respuesta a una situación, es mejor una verdad que duela a una mentira que se haga tan grande que al final pueda ser capaz de destruir.
"Descansa mi Haruka" dijo Michiru dejando un tierno beso en su cuello y abrazándose a ella.
"Descansa mi Michiru" respondió la rubia acercándola todo lo que le fue posible "Esta noche seré yo quien cuide de tus sueños" dijo dejando un beso sobre la tersa cabellera de la chica.
Así se quedaron abrazadas la una a la otra como si no quisieran soltarse nunca, como si entre sus manos tuvieran su posesión más preciada mientras esperaban un nuevo amanecer...
Al siguiente día despertaron abrazadas y conscientes de que su pequeña tregua había terminado, Haruka esperaba que la caprichosa princesita de hielo regresara y Michiru había esperado el humorístico sarcasmo de la rubia; sin embargo nada de eso ocurrió, simplemente despertaron, desayunaron y fueron a la universidad. Para ambas fue una experiencia nueva despertar abrazadas a otra persona y más para Michiru, pero al final ninguna menciono nada simplemente dieron inicio con su día, aunque esa noche sin lugar a dudas había cambiado algo para ellas, incluso para Makoto (Quien descubriera que su supuesto prometido la engañaba y que de alguna manera el joven chófer le simpatizaba más de lo que hubiera podido imaginar) y para Ryu (Quien nunca se había abierto a una relación por temor de lo que pudiera ocurrir si llegaban a descubrir su secreto, pero Makoto lo sabía y por alguna extraña razón eso no le molestaba y tampoco sentía temor de que ella pudiera revelárselo a Michiru, o de que pudiera venderla historia a los medios y por quien además empezaba a sentir cosas que según él no debería), ninguno de ellos hacía mención de nada, se limitaban a dejar transcurrir los días, Haruka hacía sus pagos semanales a Michiru de lo que ganaba en el taller o de las deducciones que esta hacia cuando le pedía algo adicional ya que había dejado las carreras a falta de su moto, y aun cuando esto ya no era de importancia para la aguamarina; sin embargo no le hacía ninguna gracia de que la rubia se librara de su deuda por el Stradivarius.
Cada vez le hacía menos gracia fingir ser la novia del gran Haruka Tenou, al final habían dejado de molestarla por estar con su ídolo puesto que se veía feliz a su lado; así que por esa parte la habían dejado de incordiar, pero estaba empezando a llevar muy mal el hecho de que el pago total de la deuda de Haruka para con ella se acercaba más deprisa de lo que ella desearía. Lo que comenzó con un juego para ella se convirtió en algo más, pero a su parecer para Haruka no significaba más que solo eso.
Por otra parte la rubia pensaba que lo que para ella sería el calvario más grande de su vida y por pronta una pequeña venganza para herir el orgullo de la princesa de hielo Kaiou, se había convertido en un suplicio pero solo por el mero hecho de que de alguna manera termino enamorándose de esa fría princesa; que más que eso era una cautivadora sirena a la que ella deseaba proteger y aunque se había distanciado de ella desde aquella noche en la que durmieron juntas no hubo un solo día después de eso en el que su mente y su corazón se apartaran realmente, pero era consciente que mientras tuviera esa deuda con la violinista no podía decirle lo que realmente sentía; ya que conociendo a su hermosa princesa podría sacarle la vuelta diciéndoles que solamente lo hacía para que perdonara lo que aún le debía, así que para no arriesgarse a una mala pasada del destino decidió esperar, aparte de todo estaba el hecho en que no podía decirle a Michiru lo que había escuchado aquella noche por parte de su inmaculado confidente, no quería cometer una indiscreción ni mentirle a causa de una; así que se limitaba a hablar con la aguamarina nada más que lo necesario y evitaba quedarse mucho tiempo asolas, por otra parte también lo evitaba porque siempre que la tenía cerca no podía resistirse a la tentación de besarla y de eso a algo más, por lo que era mejor mantener distancia.
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DESTINO - SAILOR MOON - AU [TERMINADA]
FanfictionA veces huir de algo es tentador, pues puedes huir de todo pero de lo que no puedes es huir del destino, Haruka y Michiru se conocen por un inesperado accidente que causará una fastidie la vida de la otra. Qué pasará cuando nazca un deseo inexplicab...