La edad es solo un número |Manjiro Sano × Lectora| [Temporada 1]

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—¿Sigo viva?— musitó en voz baja abriendo lentamente los ojos

La habitación estaba oscura, miró a su derecha viendo como un suero estaba conectado a su brazo y al lado había una máquina midiendo su pulso, también en una mesa que había esta estaba llena de ramos flores de todo tipo y tamaños

Al mirar a su izquierda se encontró a Wakasa durmiendo en el sillón

—Wakasa, hey—

Wakasa al oír esa voz abrió sus ojos de golpe, al ver a su mejor amiga despierta de inmediato salió de la habitación llamando en gritos a algún doctor uo enfermera

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—Todo indica que está bien pero su presión está baja así que le administré midodrina para que su presión vuelva a subir, le recomiendo comer comida saludable pero en poca grasa, mantener mucho reposo y nada de emociones fuertes o sino los puntos en su herida podrían abrirse, están curadas en su totalidad pero es mejor prevenir cualquier cosa—

—Entendido Doc— la oji-violeta asentía a toda las indicaciones del doctor

—Si todo sigue bien podrá irse en poco tiempo, realmente usted tuvo mucha suerte en sobrevivir, su sangre es O- negativo y solo había una persona compatible con usted, su hermano menor Rindo fue el que le donó sangre— explicó el doctor con una sonrisa —a estas alturas usted en los casos de sobrevivir pero sin la sangre estuviera bastante grave y viva de puro milagro—

—Le debo la vida a mi hermanito, deberé agradecérselo cuando lo vea—

Con unas indicaciones más del doctor este se fue dejando a los mejores amigos solos

—¿Cuanto tiempo estuve dormida?— Ryo mira a Wakasa que soltó un suspiro

—Un mes— respondió algo decaído ppr recordar aquel tortuoso mes

—¿¡U-un mes!?— no podía creer lo que oía, estuvo todo un mes dormida

—Si, un mes exacto has estado profundamente dormida, durante ese tiempo hemos estado muy mal, todos hemos estado preocupado por ti, hace pocas horas antes de que te despertaras tus hermanos, Shin, Mikey, Emma y Izana estuvieron aquí pero los tuve que echar porque todos parecían más muertos que vivos, Mikey a estado tan mal que entró en una fuerte depresión, tus hermanos han podido ser más fuertes pero Mikey es el que más mal está, hace rato no quería irse pero como te dije lo eché para que comiera, durmiera y se fuera a asear un poco, cuando se entere que has despertado se pondrá bastante mejor— de la mesita que había tomó su móvil y se lo extendió con una pequeña sonrisa —llama primero a tus hermanos, anda—