Precognition | ᴿᵉᵍᵘˡᵘˢ ᴬ ᴮˡᵃᶜᵏ

Chapter Three

Chapter Three:

El día con la noche

El ruido que desato el despertador consiguió que me levantara de la cama, aunque el frio que estaba haciendo este día no ayudaba en nada para levantarme.

La lluvia que había caído sin ningún descanso, seguía, aunque más leve, pero, el viento frío que le pego en la cara hizo que por un momento pensara que la capucha que se había ingeniado para que su cabello castaño oscuro no se mojara en el camino.

El viento cada vez más fuerte haciendo casi imposible dar más de tres pasos derecha, haciendo casi imposible el camino hacia la cafetería...

Las horas parecían que no pasaban en el reloj mientras que no paraba de entrar y salir personas, compañeros de universidad teniendo conversaciones triviales sobre la vida, parejas acarameladas disfrutando del tiempo juntos, discusiones de algo tan cotidiano como que sabor de helado quieren con el Pay de manzana. Aparte de eso había poco movimiento de personas haciendo que cada uno se encargará de algo diferente...

La gente entraba y salía de local hasta que llego las dos de la tarde y todo pareció tranquilizarse.

- Katrishka, necesito te quedes un poco más.
- Pero jefe yo ya había hecho planes.
- Solo es media hora más, - dándole unas suaves palmaditas en el hombro - no te preocupes por la media hora extras sé que necesita el dinero, te pagare el viernes.
- Bueno, si solo es media hora no tengo problema...
- Ahh y puede venir y quedarse hasta que termines no hay problema, sabes que nos encanta que venga.

Desde que comento eso último se giró y se fue hacia su despacho, de donde mismo había salido antes...

La verdad es que no le emocionaba mucho quedarse más tiempo en el trabajo, pero, le iban a pagar el tiempo extra así que no podía ser tan malo... además solo era media hora.

Todo hasta cierta medida se mantuvo tranquilo, pero el alboroto que hizo un grupo de chicos al entrar por la puerta de la cafetería consiguió que la tranquilidad se esfumara.

Aunque hoy era unos días que solía estar tranquilo, ella lo únicos que estaba esperando era que el tiempo pasara más rápido para que el turno terminara, pero todavía le quedan dos horas para que llegara ese preciso momento.

Los pedidos que habían hecho el último grupo que había entrado, eran también las últimas personas que quedaban en la cafetería, fueron algo bastante sencillo y siendo rápido de preparar... la bandeja que tenía en la mano parecía que era una pluma estática que ni el viento, hasta que al estar a punto de llegar a la mesa sentí como alguien se abrazó a mi cadera haciendo que casi me tropezara, pudiendo aguantar la bandeja antes de que todo se moviera y se pudieran caer todas las cosas que llevaba al suelo.

Mire hacia donde me estaban abrazando viendo esa sonrisa que me encantaba.

- Papa me trajo - sin soltar el abrazo.
- ¿Paso algo? - dije dejando la bandeja en una de las mesas para agacharme para quedarme a su altura - Peque, dime porque papa te trajo.
- Tenían que ir todos a un sitio, eso fue lo que me dijo papa - hablando bajito - y como después venias a casa, le dije que me trajera y así podemos jugal más.
- Bueno, pues si es eso así tienes que esperar un poco...- quitándole el gorro que tenía puesto - sabes que tienes que sentarte un poco hasta que termine vale, ¿Quieres algo mientras esperas? - levantándome y agarrando otra vez la bandeja para ver cómo se acercaba a la mesa y se sentaba en una de las sillas y jugaba con el gorro.
- No, yo te espelo.
- Vale pequeña ahora vengo.

Me quede mirándola unos segundos hasta que se terminó de sentar bien y empezó a mover los pies que le colgaban de la silla para seguir, cuando llegue a la mesa por fin me di cuenta de que los tres que estaban en la mesa se quedaron viendo como estaba jugando Dora con el gorro en su propio mundo.