Chapter Two:
Hola Soy...
Los días y el tiempo que había pasado con mi tía, su marido y con Dora siendo amables con alguien que de la nada aparece para descolocarles todo por mi inoportuna llegada a su vida, teniendo ellos que explicarme todo del mundo muggle. En esos pocos días que habían pasado ya había encontrado trabajo en un bar, era uno de los pocos que pude ir a la entrevista ya que no tenía ninguna experiencia trabajando, era un trabajo que pocos querían y eso era su nuevo comienzo o eso era lo que quería pensar, una nueva oportunidad para Regulus Black.
El dolor que sentía en la espalda a cada hora que pasaba era más punzante, las manos dolían de tanto limpiar una por una las mesas que se encontraban sucias del uso que le habían dado ese día, cuando hubo terminado de limpiar las mesas fue a por el cubo que había dejado anteriormente con agua y algo que los muggle llamaban desinfectante para con una especie de escoba mojarla en el cubo y pasarla por el piso para dejarlo limpio y por fin poder terminar el turno de trabajo.
Si, el segundo hijo de la familia Black una de las 28 familias de sangre pura más importantes del mundo mágico, había conseguido un trabajo limpiando en un restaurante algo hasta hace poco para el inimaginable, más para todos los que conocía seguro les era algo impuro e indigno...
Pero ese momento en el que no sabía quién ni como lo habían salvado de ser ahogado en la cueva, de alguna forma, sabiendo que en ese mismo momento algo dentro del había cambiado.
El viento que daba contra el ventanal lo hizo salir de su ensoñación, en la que no sabía cuánto tiempo había estado dando vuelta a esa única cosa en concreto... siendo la oscuridad y el sonido del reloj que avisaba que ya el turno por ese día había terminado, vio todo a su alrededor subiendo las últimas dos sillas a la mesa para ir al interruptor y apagar las luces para ir a la salida principal del local para cerrarlo.
Cuando quito la llave tan vieja a la vista que parecía oxidada de la cerradura se giró para empezar a caminar hacia la casa, sin darse cuenta de las tres personas que había pasado al lado de él.
El camino a la casa fue rápido, acelerando el paso por el aire frio que de repente aparecía haciendo que no sacara las manos de los bolsillos en todo el camino vuelta y la mirada no se despegara del suelo hasta que llegó a la puerta tocando el timbre.
Cuando la puerta se abrió no espero ver lo que vio...
– ¿Creo que me he equivocado?
– Pasa, no te has equivocado de casa - dejando espacio para que pasara - soy la que cuida a Dora.
– Pues la verdad es que me alegro de no haberme equivocado de casa, - pasando y cerrando la puerta detrás el, para seguir a la chica - si hubiera pasado no sé qué hubiera hecho.
– Creo yo que nada malo, es un barrio bastante bueno quitando a la señora Jones.
– Se puede saber por qué...
– Es una señora mayor que no le gusta que le molesten.
– Lo tomare en cuenta.
La risa que había producido esa rara conversación fue cortada radicalmente desde que los dos vieron cómo se encontraba dora durmiendo plácidamente, acurrucada en el sofá con una manta que era mucho mayor que ella y con la cabeza apoyada en el brazo girada hacia la puerta... los dos entraron en la habitación intentando hacer el menor ruido para no despertarla, Regulus se acercó poco a poco hasta que quedó justo al lado viendo lo tranquila que se encontraba durmiendo deseando que eso para ella nunca cambiará.
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Precognition | ᴿᵉᵍᵘˡᵘˢ ᴬ ᴮˡᵃᶜᵏ
أدب الهواة- Katrishka, aprendi dos cosas ese dia, una no dejaria que vieran que consiguieron herirme - ¿Y dos ? - Si el mundo cree que una serpiente solo puede ser narcisista y deshonesto de nada sirve tratar de ser otra cosa. Regulus Black O.C