Introducción

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Mi vida es y siempre ha sido una constante decepción. Josh sabes cuantas veces he sido decepcionado por las personas que mas quiero?. No, no sabes. Cuando pienso en que he hecho con mi vida, las únicas respuestas son incógnitas. No se que quiero hacer con mi vida, no se si es por tantas decepciones que he tenido, pero yo no quiero estar aquí, o por lo menos por un tiempo alejarme de este país que solo me ha traído decepciones. Josh, sabes. Mis padres no me apoyan en mi sueño de conocer el país del sol naciente en donde probablemente esa cultura tan distinta, acepte a este marginado que te habla.
Bueno mañana será un nuevo día, no suelo ser optimista, pero siento que mañana será un buen día.
Esto fue lo último que dijo alex antes de suicidarse en el cuarto del hospital psiquiátrico hablando con un supuesto Josh.
Ahí fue cuando me dí cuenta que yo no merecía estar aquí. Un hospital psiquiátrico es demasiado, no puedo aceptar esto. Lo se !, se que actúe de manera apresurada al tomar esa botella de vodka con 20 pastillas de aspirina. Fueron días terribles en cuidados intensivos. Y en vez de ayudarme me traen a esta cárcel de locos, en donde la comida de los perros es más apetecible que la que he tenido que comer. Prefiero dormir en el suelo entre mis sábanas, en vez de la cama cubierta de hongos. Os juro por el supuesto dios que no juzga que hoy lo único que quiero es volver allá afuera. Por miserable que fuese mi vida, allá puedo respirar aire fresco , y disfrutar de mi soledad.
Para que me entiendan primero debo contextualizarlos. Mi historia , mi historia es complicada.
Todo empezó en la preparatoria, era un día gris. Desperté como todos los días, con ganas de volver a la cama. Lastimosamente no puedo hacerlo. Camine hasta el baño, levanté la cabeza y vi mi lamentable aspecto. Lavé mi cara, cepille mis dientes, tome un baño , me aliste y tomé mi desayuno. Salí y perdí el bus escolar. Tuve que caminar 17 cuadras hasta la preparatoria. Cuando llegué allá, un poco tarde, pero a tiempo para la primera hora. Como de costumbre en mi casillero habían cosas extrañas que la gente ponía. Pero hoy, hoy se pasaron. Encontré
una rata muerta, dios mío, nunca había sentido tanta ira. De inmediato busqué a Chad, el matón de la clase, e inmediatamente vacié toda mi ira mediante golpes. Nunca había peleado antes, pero milagrosamente le di una paliza. Fui sancionado por 3 días. En los que estuve lamentandome por lo que había hecho. Que patetico.

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