Seis hermanos, enamorados de un solo chico
¿Que es lo peor que podria pasar?
Seis hermanos que se ganaron la fama de competir por todo.
Un chico que busca crear una nueva vida.
Los hermanos Kim son conocidos en el barrio por tener una competitivida...
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── Ta~taeMin.
Aquel chico, aquel chico del que por un año enterró trato de ocultarse, el chico que se volvió el protagonista de sus pesadillas.
Lee TaeMin.
Estaba a solo 4 jodidos metros de distancia.
El plateado dio un paso acercandose a JiMin ── Mi amor ── Dio otro paso haciendo que el menor retrocediera por el miedo ── Vamos JiMin ── Este seguía tratando de acercarse a el, pero solo lograba que este retrocediera, era como un depredador acechando a su presa ── Dame otra oportunidad, prometo cambiar mi amor.
Deja de retroceder ── Entiende TaeMin y~yo ya no te amo, tuviste tu oportunidad de demostrarme que cambiarias, así que ¡YA! dejame en paz de una buena vez ── Dijo el pelirosa dandose la vuelta para irse.
── JiMin ── Se acerco rápidamente a el tomandolo de la muñeca.
── S~sueltame ── Exclamó tratando de safarze de su agarre.
── JiMin espera, mira se que estas molesto por lo que ocurrió hace un año, y entiendo que estes asi y que no quieras verme, pero prometo que si me das otra oportunidad, cambiare, mira viaje desde Busan hasta aqui por ti, por nosotros amor ── Dijo ahora tomando sus pequeñas manos ── Te lo ruego perdóname.
JiMin no sabía que hacer o mas bien que decir, no sabía a que quería llegar el mayor
Suspiró y se parto de TaeMin ── Entiendelo Tae, lo que me hiciste no se olvida de la noche a la mañana, ── Dijo mientras sus ojos se cristalizaban ── No me importa que hayas viajado desde Busan hasta aqui, te di muchas oportunidades, ¿y que paso? en ningúna demostraste nada ── Una lágrima baja por su mejilla ── Me canse de esperar que cambiaras, te perdone demasiadas cosas, pero ya estoy cansado de esperar por algo que jamas pasara.
TaeMin no sabía que decir, sabía que JiMin tenia el derecho de ya no querer verlo, por la mierda que le hizo sentir en la secundaria, sabia que era un hijo de puta por no valorar al ángel que Dios le mando para hacerlo cambiar, escuchaba cada palabra que salian de los labios carnosos del que antes fue su pareja, de aquellos labios que alguna vez beso, aquellos labios que alguna vez le dijieron cuanto lo amaba, ahora solo le pedían que se olvida de el, de su existencia.
Pero no, ahora estaba dispuesto a cambiar, de demostrarle a su bebe, que podia cambiar y así darle otra oportunidad.
── Lo mejor sera que te regreses a Busan.
── JiMin por dios, entiende, Te amo, y se que aun me amas como yo te amo a ti.
Aquellas palabras hicieron que el cuerpo del pelirosa perdiera todo rastro de miedo, remplazandolo con odio.
Hizo puño sus manos apretandolos, haciendo que sus nudillos se tornaran blancos debido a la fuerza ajercida, una que otra lágrima salia de sus ojos, resbalando por sus mejillas, alzó la mirada y vio TaeMin a los ojos, y no lo pensó más y su mano se impactó contra la mejilla del peli plata, pero no había sido con ninguna pizca de delicadeza, al contrario, uso todas sus fuerzas , ocasiónando que su rostro quedará de lado, con un pequeño río de sangre saliendo de su boca.
