Íbamos camino a la funeraria mi mamá estaba manejando miestras yo solo me limitaba a mirar por la ventana como caía la lluvia y pensar en que ya no volvería a ver a él amor de mi vida, cuando llegamos se veía a los verdi llorar desconsoladamente y como los amigos de la familia trataban de calmarlos, mi madre fue a darle el pesame a la familia de Daphne mientras yo me limite a ir a dejarle una rosa sobre el ataúd, la rosa era de un color blanco puro pero cuando la deje caer sobre el ataúd se fue volviendo negra poco a poco.
Llame a mi mamá confundido por el cambio y le mostré la rosa pero ella me dijo que de ese color la habia comprado, "será que me estoy volviendo loco" pensé, así que me limite a mirar su cara atraves de ese horrible cristal y vi como poco a poco se iba formando una sonrisa en su rostro, me alejé un poco veloz pero sin que nadie se diera cuenta y me senté en una silla apartada dónde ojaña nadie me viera. Pero no fue así.
Llegó Alejandro, me dio un gran abrazo y se sentó al lado mío sin decirme nada, simplemente me acompañó durante todo su sepelio.
La misa fue larga pasaron muchas personas a hablar y yo fui el último, yo no sabía que decir así que me limite a dejar que todas las palabras surgieran de lo más profundo de mi corazón:
-Daphne era mi novia, junto a ella compartí muchos momentos felices que de muchas maneras marcaron mi vida para siempre, pero ahora que no está aquí con nosotros mi corazón ya no tiene motivos por los cuales latir y mi alma perdió su mitad que la hacía ser feliz, pero lo que siempre tendré presente y jamás dejaré de asegurar es que tarde que temprano la volveré a ver y mi corazón y mi alma serán tan felices como lo han sido a su lado, gracias.- y volví a sentarme en mi lugar.
La iglesia no quedaba tan lejos del cementerio, este era muy grande y por todo lado se veían personas de Negro arrodilladas llorando a su ser querido, a Daphne la enterraron en la parte del sementerio que se llamaba san buenaventura y en el número 23, este número es mi numero favorito porque es el día en que conocí a él amor de mi vida el 23 de marzo. Rayos estoy otra vez llorando demasiado, pero quien no lo haría si estuviera viendo a sí amor ser enterrado y saber que jamás lo va a volver a ver.
Mi madre no apatecia por ningún lado, Alejandro me ayudó a buscarla pero no aparecía por ningún lado así que decidí irme a mi casa a pie y deje que Alejandro me acompañará, por el camino el decidió romper el silencio diciendo:
-¿Se alcanzaron a arreglar las cosas entre los dos?-
-¿como que arreglar las cosas?-
-¿No te acuerdas? La noche antes del incendio estuvimos en la casa de Daphne, tomaste mucho trago, ella trato de evitar que tomarás más pero tu demaciado prepotente la trataste muy mal y ella se fue llorando a su habitación así que todos nos tuvimos que ir, y tu te quedaste solo.-
- rayos no me acuerdo de nada, tengo la mente muy dispersa, de seguro no le dije nada y me fui como un gurre a casa.- y empecé a llorar desconsoladamente denuevo. Alejandro se quedó callado y seguimos así hasta que llegamos a la puerta de mi casa nos despedimos y entre.
Mi madre no está que raro si ella se había llevado el auto, bueno después me explicará todo.
Subí a mi cuarto me tire sobre la cama y desaogue toda mi fuiria en mi almohada, hasta que quede dormido.