Un violinista solitario

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El siguiente día me la pase encerrado en mi cuarto solo salía para comer y me la pasaba leyendo aunque cada vez que empezaba mi mente viajaba a través de la historia y de algún modo u otro siempre terminaba llorando por Daphne. Es demasiado triste saber que ya no tienes a tu amor junto a ti.
En la noche casi no pude conciliar el sueño me la pasaba pensando y pensando hasta que por fin caí en un sueño un poco raro.
Me encontraba en mitad de un gran bosque que estaba azotado por un invierno tenas, mi ropa era netamente negra como todos los arboles desnudos que habían en aquel bosque y el frio que se desprendía de todas partes era penetrante y petrificante.
Camine hacia luz que salía de la profundidad de aquel bosque, entre más entraba en el más oscuro se ponía a pesar de que los arboles no tenían hojas, en la mitad del camino vi un violín tirado en el suelo. Me encanta tocar violín. Pensé y sin pensarlo lo recogí y empecé a tocar, después una melodía de piano empezó a seguir el ritmo de mi canción y formamos un hermoso dueto y sin querer me encontré con la pianista era Daphne.
Ella y yo siempre habíamos tocado juntos a mi me encantaba como ella tocaba velozmente su piano de cola y yo la seguía con mi violín clásico, tocábamos de todo y cuando terminábamos su madre nos daba galletas con mermelada y jugo de naranja.
Cuando la vi mi corazón se aceleró y pare de tocar ella que estaba dándome la espalda se giró y vi su hermoso rostro que era tan blanco como la nieve de aquel lugar. Su cabello era de un negro intenso que parecía estar vivo en aquel perturbador bosque, igual que en el anterior sueño ella estaba vestida de blanco y al fijarme de ella salía la luz que estaba siguiendo.
Trate de acercarme para tocarla y besarla pero cuando le acerque mi mano ella se alejó un par de pasos y volvió a tocar el piano pero esta vez la canción era mucho más triste que la anterior y se podía oír como su llanto hacia ritmo con las notas. No entendía nada estaba demasiado confundido como para poder procesar todo tan rápidamente lo único que hice fue agarrar mi violín y tocar con ella.
Cuando la canción seso me senté a su lado en el piano y comencé a tocar una canción que le había escrito hace mucho y que en esta demostraba todo mi amor por ella.
Cuando empecé, Daphne paro de llorar y canto conmigo la canción, al terminarla ella fue la que me agarro de las manos y me dio un beso entonces sentí como el frio penetrante de aquel bosque se desvanecía y se reemplazaba por un calor de amor demasiado fuerte. Nos separamos y yo pude ver como el bosque ya no tenía nieve y todos esos árboles nuevamente estaban llenos de bellas hojas verdes.
Daphne me sonrió y con su hermosa voz me dijo:
-pensé que ya no te volvería ver- y tras un suspiro continuo-tengo miedo de perderte- No entendía nada como que no volverme a ver como que perderme. No entendía que me intentaba decir con eso así que lo único que se me ocurrió responderle era:
-no te preocupes jamás pasara eso-.
Pero ella sobresalta de por los nervios me dijo
-No lo entiendes. No sabes lo que nos puede pasar-
-¿¿¿Qué nos puede pasar???
-Aun estas vivo y por eso no vez la gravedad de las cosas-
-¡¡¡Qué cosas!!! ¿¿¿Qué me estás hablando??? ¡¡¡Daphne te juro que no te entiendo nada!!!
-Adiós Juan nos veremos después o tal vez nunca-
Y entonces otra vez desperté sobresaltado pero esta vez solo me limite a llorar en silencio.

LUZ DE LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora