tangled hearts. || reagan ridley x oc.

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El suave sonido de la música festiva resonaba en los pasillos de Cognito Inc., los empleados se habían reunido para celebrar la fiesta de Navidad anual, la gran sala estaba adornada con luces y adornos coloridos, al igual que guirnaldas.

A medida que progresaba la noche, la música comenzaba a hacerse más y más fuerte, la gente bailaba, bebía y disfrutaba del ambiente.

Reagan Ridley, la futura CEO de la empresa se encontraba en la barra libre bebiendo, era algo evidente que se estaba pasando con las copas. En un momento ajustó su elegante vestido color añil.

Ella destacaba, y era algo innegable, más allá de su gran inteligencia y dedicación en su trabajo, fuera a donde fuera las miradas se posaban en ella.

Sin embargo, no se sentía del todo en su elemento. A pesar de su reputación de ser una de las mejores en el negocio, había algo que la molestaba en lo más profundo de su ser. La desconfianza y la soledad eran constantes en su vida, y aunque se esforzaba por ocultar sus verdaderos sentimientos, a veces se volvían abrumadores.

En un momento, una chica se le acercó por detrás y tocó su hombro para poder llamar su atención.

"Hey..." dijo aquella persona.

Al darse la vuelta Reagan se dió cuenta de que nada más se trataba de Vivianne, su compañera de departamento y una de las pocas personas que ella realmente podía considerar como su amiga. Su maquillaje estaba esparcido por toda su cara en este punto y se la veía borracha, muy borracha, y su vestido blanco con alguna mancha de alcohol era testigo de ello.

A lo largo de la noche, sus miradas se encontraron en varias ocasiones durante la noche, pero ninguna de las dos se atrevió a dar el primer paso de acercarse a hablar, hasta ahora.

"Creo que podría usar un poco de ayuda para arreglar mi maquillaje. ¿Te importaría acompañarme al baño?" ella continuó hablando una vez que captó su atención.

Reagan miró a su amiga con una ceja levantada pero asintió, accediendo a ayudarla.

"Está bien, está bien" contestó mientras le daba un último sorbo a su vodka.

Las dos mujeres se abrieron paso entre la multitud y se adentraron en el laberinto de pasillos hasta que finalmente encontraron el baño.

El silencio del lugar contrastaba con el jaleo de la fiesta, y la tensión aumentaba mientras la puerta detrás de ellas se cerraba.

Reagan se apoyó en el lavabo y observó a Vivi mientras buscaba su bolsa de maquillaje. La morena, tambaleándose un poco, se apoyó en la pared y trató de enfocar la mirada en su reflejo en el espejo mientras sacaba su rímel, la mayor la observaba mientras hacía esto.

"¡Joder!" dijo la de cabello rojizo con gran frustración una vez que veía que era incapaz de aplicárselo por si misma.

"Dame." Reagan tomó el rímel de las manos de Vivianne, ahora estaba frente a ella, mientras sostenía su mejilla con la mano. Entonces comenzó a aplicarle el rímel, y soltó una pequeña risa. "Lo cierto es que estás hecha un desastre."

La contraria se la quedó mirando y soltó una risilla ante el comentario, sintiendo el roce de sus dedos en su mejilla.

"Gracias por ayudarme, Reagan", susurró, su voz ligeramente temblorosa a medida que comenzaba a concienciarse de la situación en la que se encontraba.

La de cabello oscuro continuaba retocando el maquillaje de la contraria, usando varios de los productos de la bolsa de su amiga, definitivamente no era experta en esto, pero si sabía lo básico para, al menos, lucir decente.

La menor rompió el silencio incómodo. "Reagan, ¿sabes que no sólo te traje aquí para esto, cierto?"

La mencionada entonces se separó un poco, intrigada por la pregunta tan repentina. Sus mejillas se ruborizaron dándose cuenta de qué tipo de rumbo cobraba la situación.

Analizando el momento: ambas estaban en un baño solas, muy cerca la una de la otra y sin mencionar que había una gran tensión entre ambas.

Toda esta tensión se desarrolló a partir de una misión conjunta que casi se cobra la vida de ambas, por suerte, lograron escapar de ello, pero definitivamente eso dejó una marca que afectó a ambas partes iguales.

Desde aquel evento, ambas se unieron más, apoyándose la una en la otra para poder superar aquel trauma.

Habían confiado la una en la otra, habían visto el lado más vulnerable de su compañera. Pero Reagan había reprimido sus sentimientos, temerosa de arruinar su relación de trabajo.

Era evidente que, al menos por parte de Vivi, desde que conoció a Reagan, había algo que la intrigó, al comienzo podría haberse tratado de simple admiración, pero poco a poco eso comenzó a transformarse en algo más intenso.

Reagan se la quedó mirando por un momento, sabía que esto era arriesgado, que estaba jugando con fuego, ¿pero a quién mierda le importaba ahora?

Sin decir una palabra y tan solo asintiendo, la mayor acarició suavemente el rostro de la morena entre sus manos y la besó. Sus labios se encontraron con deseo y pasión contenida, mientras sus cuerpos se acercaban más y más, uniéndose en un cálido abrazo.

Así, aquel baño iluminado por luces tenues, se convirtió en un hervidero de ansias reprimidas. Sin embargo, ambas se dieron cuenta de que habían encontrado algo especial en medio de la oscuridad y la desconfianza.

Y aquello marcaría un nuevo capítulo en sus vidas.