Capitulo 2

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Estaba tan sumida en mi propio pensamiento, que no me percate de más nadie, es como si el mundo hubiera desaparecido, al chocar con alguien, se reventó aquella burbuja que había construido en tan solo unos instantes.

- ¿Dia pesado? - exclamo Matt con aquella sonrisa que lo caracterizaba, mientras limpiaba el jugo de su camisa

- Dios lo siento tanto... - tape mi cara de vergüenza como si eso me fuera hacer me desaparecer, la manta de Harry Potter no me sentaría nada mal en estos momentos

- Hey hey hey pequeña no digas – sonrió- fue un accidente, suelen pasar sabes? - exclamo sonriente, esa sonrisa contagiosa que te dice que puedes respirar en paz

- Pero esa era tu camisa favorita, que Kenia y yo te regalamos en tu cumpleaños número...- iba a decir algo, pero él puso su mano para que no siguiera hablando

-Y tienes razón, amo esta camisa, pero tú me importas más que las camisas –exclamo mientras quitaba mis manos lentamente de mi cara, no pude evitar darle una sonrisa de agradecimiento y sus palabras reconfortantes.

Matt era profesor de Artes, tenía los ojos verdes mezclados con chispas azules, cabello negro color cuervo y una piel color canela, todo de él era sencillamente sexy, él era el típico chicle de los libros, atento, divertido, cualquier persona podría enamorarse de él con un sencillo gesto de amabilidad.

Mi manera de pedir disculpas fue obligarlo a ir por una nueva camisa y luego a tomar un café conmigo, el acepto, no tenía otra opción después de todo, la única condición es que yo le tenía que contar porque estaba estresada, se lo dije todo sin saltar ningún detalle, después de media hora explicando cómo me sentía sus sabias palabras fueron:

- Ten sexo – exclamo con toda tranquilidad mientras le daba un sorbo a su capuchino

- Disculpa? - lo mire impactada por sus palabras tan tranquilas – si no fuera mi amigo esas palabras estarían muy fueras de lugar dado su título como profesor

- Ya lo sé, pero ya me escuchaste, ten sexo, ¿sabes lo que es verdad? - sonrió, puse los ojos en blanco- ya sabes cómo funciona, la abejita va a la flor y – empezó a reír cuando vio mi cara

- A veces lo detesto – lo miró fijamente

- Laura, eres una chica hermosa de 19 años casi 20 que pasa metida en la universidad, solo te vi en un bar una vez y era porque fuiste obligada por Kenia – tenía razón, sin embargo, no se la iba a dar así que simplemente negué con la cabeza

- Sabe lo inapropiado que es esto?

- Tu pediste mi consejo! - me dijo mientras reía

- Eso no es cierto – exclame – usted me obligo a contarle lo que me pasaba

- Pero pudiste decir que no sin embargo no lo hiciste

- Porque después no me hubiera dejado darle la camisa

- Sabes que si me la hubiera dado la hubiera aceptado con gusto - sonrió malévolamente volviendo a tomar de su café

- Me manipulo – dije sonriente, el arrugo la cara divertido

- No sé de qué estás hablando – soltó una sonrisa coqueta – pero si así fuera, tú me dejaste hacerlo – negué divertida.

Mi relación con Matt va más allá de Alumno y profesor, no se alarmen no es nada sexual o romántico, parecemos hermano y hermana.

-Bien – exclame frustrada – si lo tuviera ¿con quién sería? - me cruzo de brazos mirándolo fijamente

-No lo sé, pero sé que tiene que ser alguien especial porque te lo juro que si no sientes nada por esa persona de hago perder Artes en menos cero – abro los ojos sorprendida por su comentario

- ¿Quién pierde Artes en menos cero?

- Quien se acuesta con alguien sin sentir algo? - me mira fijamente

- Touche – digo torciendo los labios – lo pensare

- A veces no tienes que pensar nada solo tienes que dejar que pase, no seas ansiosa, por eso todo lo que haces sale mal o bueno no todo lo que haces sino todo lo que planeas

- Eso no es totalmente cierto – digo pateándolo

-La venta de pasteles, el día mundial del árbol, navidad, año nuevo, la cena de tus padres - va enumerando con los dedos

- Ya entendí basta – tuerzo los ojos

-Solo deja que el mundo fluya, no te detengas nada que no quieras y desees – por primera vez en mucho tiempo Matt dijo algo que se quedó en mi cabeza por semanas.

"No detengas nada que no quieras"

Empecé marzo con una "nueva actitud", no sirvió de mucho porque mi rutina seguía siendo la misma, mi manera de hablar, mi manera de vestir, todo era igual para mí, me tocaba entregar el resumen del libro erótico, Dios santo Kenia digo para mis adentros maldiciéndola a ella y a su futura descendencia.

Llegue tarde a mi clase, pero la suerte no estaba de mi lado, la puerta estaba cerrada, con el corazón en mis oídos, toque la puerta tres veces, sentí como mi mundo se detuvo cuando vi la perilla girarse

-Buenas Tardes Laura – me dio una leve sonrisa

- Disculpe la tardanza, mi otra clase se demoró un poco – me excuse

- No te preocupes, pasa – se hace un lado, antes de entrar se detiene para miran me de arriba abajo entre despacio ignorando su análisis y subí hasta mi asiento, sentí la mirada de algunos muchachos y murmuros de parte de las chicas no entendía lo que estaba pasando, así que fácilmente me dirigí a alguien que me decía todo sin pelo en la legua y ese era Oscar

- ¿Sí? - exclamo con los ojos cerrados, era muy raro ya que yo no había dicho ni una sola palabra

- Se puede saber porque parece que todos me están mirando

- Porque lo están haciendo Laura –abre los ojos con lentitud y me mira fijamente, su mirada me causa escalofrió, sus ojos son un gris claro y su piel es blanca mientras su cabello está pintado de gris

- ¿Tengo algo mal? - pregunto nerviosa

- No, estas bien, solo que estas más bonita de lo normal, tienes un aura diferente, además – me mira de arriba abajo, tomando una pausa para analizarme, volvio a mirarme y continúo hablando

>> Hoy te pusiste mayas, con tus botas negras unos shorts que te quedan bien porque definen tu trasero, una blusa negra de encaje que muestra la hermosa curvatura que tienen tus perfectos pechos, mientras que tu cuello tienes la cadena militar que era de tu padre, el collar de luna que compartes con tu madre y esa gargantilla negra que cada que se ajusta a tu cuello, en la cara no te hiciste mucho, ya que eres más bella sin maquillaje, solo resaltaste los puntos clave de tu cara, tus labios que tienen brillo y tus ojos con el delineador negro, cosa que los hace ver más grandes y curiosos, tu cabello está definido, se nota que lo lavaste anoche y lo acomodaste en la mañana, en conclusión, hoy estas que ardes hermosa –me dio una sonrisa a boca cerrada

- Gracias...- no puedo evitar sonrojarme

- No hay de que – volvio a cerrar los ojos, por primera vez en mucho tiempo, tuve confianza en mí, en que me veía bien, y que me sentía bien

- Bien chicos, vamos a empezar, ¿Qué tienen para mí? 

La Mascota del profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora