Our Horrible Love [Pantalone x Dottore]

10.

—

Era el día. Pasaron alrededor de 2 meses para llevar a cabo el juicio privado sobre la adopción de Gretel. Ya que era un proceso judicial especialmente lento, no se sabía nada de cuando iba a ser. Finalmente, ese día llegó.

— Gretel!! Date prisa que llegaremos tarde! —gritó Dottore desde la entrada, ya listo para salir.

— Ya voy! —respondió rápidamente Gretel desde el baño, quién se estaba acabando de peinar.

Al cabo de un par de minutos la niña de ojos purpura bajaba las escaleras, como si fuera el día más especial de su vida, aunque realmente lo era.

— Lista! —decia la niña con una sonrisa de oreja a oreja, estaba feliz de que finalmente iba a tener una familia, aunque todavía no completa, que la iba a cuidar. Lucia su conjunto con los ojos llenos de felicidad.

Subieron al coche donde les llevaría al lugar del pacto. No había público, puesto que no era de gran importancia, pero a la entrada si habían un par de paparazzi y reporteros que filmaban la escena. Aunque a Dottore no le gustaba la idea de que Gretel fuera grabada y fotografiada, por el daño que puede llegar a hacerle en un futuro, era inevitable, ya que tal vez pronto saldría en portadas de revista o incluso desfiles. Así que mantener su cara oculta en estos momentos no tendría mucho sentido.

Una vez ha dentro del edificio, los guiaron a una salada de espera, no tardarían mucho en atenderles, puesto que Dottore pagó para que fuera lo más rápido posible. Esperando unos minutos a la jovencita se le notaba que estaba algo nerviosa pero sobretodo feliz, movía las piernas en la silla de arriba a abajo sin detenerse mientras se escuchaba ligeramente una música para no aburrirse en aquellos asientos. Ya esperados un corto período de tiempo los llamaron para entrar en dicha sala. Dentro los esperaba Neuvillete.

— Buenos días Sr. Dottore, un placer conocerle. —saludó desde su escritorio. Él sabía que Dottore era un diseñador de moda de la alta costura.

— Buenos días, el gusto es mío su señoría. —dijo el peli azul al entrar junto con Gretel, agarrados de la mano.

Neuvillete ya lo tenía todo preparado, simplemente tenían que firmar un par de documentos, el resto sería coser y cantar. Se sentaron, les habló un poco de lo que suponía todo lo que iban a hacer y que tendrían que cambiar documentos oficiales como el de identidad o sanidad. No había nada de malo en hacerlo libremente, ya que Gretel no sabía de dónde venía ni quería recordarlo, tampoco es que hubiera alguien en contra. En un caso así, la ley estaba de su parte. Firmaron y hicieron lo que les dijo.
Al acabar, ya eran padre e hija oficialmente.

— Hay que decirle a Lone de esto, papá —dijo Gretel con una inmensa felicidad dentro de ella, sus ojos brillaban acompañados de un par de lágrimas y de nuevo una sonrisa plasmada en su rostro, ya no tendría que preocuparse de nada de su vida anterior, o al menos por ahora.— Vámos, vámos. —insistía de la emoción por salir ya.

— Está bien hija. —decía Dottore entre risas— Muchas gracias por atendernos de esta forma su señoría. —extiende la mano para despedirse.

— Igualmente Sr. Dottore —le da la mano y sonríe por la felicidad de esta nueva familia. Por casos así es que le dan placer su trabajo como oficial.

—

La nueva familia llega a su hogar. Gretel, quién ya tenía hambre, va a la cocina a por cereales, aunque pronto sería la hora de comer.

— Gretel no comas mucho ahora que después no tendrás hambre. —decía Dottore mientras marcaba el contacto de Pantalone en el teléfono.

— Mmm está bien papá... —va a por material para dibujar en la mesa del salón.

Dottore llama a Pantalone.

— Hola, ¿qué pasó? —dice el de ojos azules tras la línea.

— ¿Te parece bien si comes aquí con nosotros?

— Pues... Si, pero ahora estoy arreglándome el cabello.

— Dime dónde y cuando paso a recogerte. —sonríe.

— ¿Eh? E-está bien. —sonríe levemente.

En el fondo Pantalone estaba algo nervioso porque le acababa de invitar a comer sin previo aviso. Pero le gustaba la idea de pasar juntos, tal vez se quedaba esta noche también a dormir.

— Estate a las 13.00h en mi casa —respondió finalmente Pantalone.

— De acuerdo, estaré ahí. —ambos cuelgan el teléfono— ¿Que dibujas cielo?

— A ti y a mí. —sonríe— También he puesto a Lone, mira, mira.

— Que bonito dibujas.

— Gracias papá. Por cierto...

— Dime. —responde el mayor.

— ¿Cuándo iremos a ver a Pulcinella?

— Podríamos el fin de semana que viene, hace ya dos semanas no lo vemos.

— Si, aunque menos mal que ahora está mejor —sonríe.

Dottore se pone a preparar la comida hasta que sean las 13.00h.

— Cielo, voy a ir a recoger a Pantalone, en un rato vuelvo no tarde, ¿Okay?

— Si.

— La comida ya está hecha, ¿Antes de que lleguemos puedes poner la mesa?

— Por su puesto papá, adiós. —le da un abrazo.

El nuevo padre corresponde al abrazo y le acaricia la cabeza. Seguidamente sale de la casa y coge el coche, sigue las indicaciones hasta la casa de Pantalone, donde obviamente era una moderna mansión. Toca el timbre y su amor lo recibe en la puerta.

— Cuanto tiempo a pasado y que bello que estás —sonríe al ver a Lone abrirle la puerta.

— Lo mismo digo. —sonríe de forma coqueta— ¿Quieres pasar un rato?

— Está bien, pero nada de cosas raras, está Gretel esperándonos en casa. —dice el peli azul por si acaso acaban haciendo otras cosas.

— Si, si, tranquilo, no va a pasar nada. O tal vez sí. —esto último lo dice susurrando, cosa que Dottore no logra escucharlo al estar ya un poco distantes.

Cierra la puerta y se dirigen al salón a tomar un breve té y charlar. En eso, se sientan uno al lado del otro en el mismo sofá, aunque era amplio, estaban muy juntos. Agarrados de la mano.

De té bebieron poco.

<*•♡•*>

POR FINNN!! Ya me empezaba a sentir mal por no actualizar, pero tranquilos,que aquí estoy. Esta mañana le respondí a alguien que si que estoy viva xd
Bueno, al pasar creo que más de 7 o 8 meses obviamente el apoyo no va a ser el mismo, pero me alegra que aún hayan personas que a pesar de tardar tanto en publicar siguen leyendo.
Un besote para esos lectores 💗💗💗