Algunas veces Beomgyu parecía tener ideas bastantes extrañas, pero Yeonjun no sabía cómo negarse a ellas. Taehyun era arrastrado o más bien iba para cuidar a su novio de que no muera, como ya dije, por alguna idea extraña. Esta vez decidió que lo mejor que podrían hacer como próximos estudiantes universitarios era comenzar el verano con una noche de camping en el viejo bosque "encantado". Taehyun no le temía a los seres de los que se hablaba, más una víbora o tarántula podría hacer que cualquiera de los tres termine en el hospital.
- Hemos caminado por más de dos horas, ¿cuánto más profundo quieres ir, choi beomgyu? -El susodicho elevo una ceja, muy interesado por su respuesta, y antes de responder con un comentario que dejaría expuesta su relación sexual Yeonjun intervino.
- De todas las palabras debiste escoger esas Tyun, ¿no ves que el niño solo piensa en sexo? -Gruñido, ya sea de cansancio o de molestia pero Beomgyu no se dejaría ofender tan fácil.
- Mira, que seas asexual de closet no es mi culpa, además, dormiremos en campañas distintas... Si la mía con Tyun se mueve demasiado puedo asegurarte que no es porque ingresó una ardilla.
Aquí iban otra vez, paso a paso, Yeonjun y Beomgyu discutiendo con un vallado Taehyun que los acompañaba por detrás. Al último no le molestaba la actividad física pero comenzaba a preocuparle que pronto el sol se ocultaria y ni estaban cerca de su destino.
- Osito...-Le susurró el menor a su novio. La reacción del mayor de los tres fue inevitable.
- Puajj.
- ¿Cuánto más vamos a caminar?
- ¡Aquí! ¡Es aquí!
Corriendo como niño en una juguetera, Choi Beomgyu también conocido como Osito o Parásito de los video juegos, se adentro entre unas ramas perdiendo por un segundo a sus amigos. La imagen frente a él era todo lo que necesitaba. Sí, podía ser un nerd con sus dedos gastados por juegos entre otras cosas, pero también sabía apreciar un bonito atardecer como ese.
El sol cayendo lentamente para ocultarse tras el lago tan tranquilo y sereno, el sonido de los grillos y las estrellas asomándose era la imagen perfecta, la hora mágica, hasta que Yeon se atravesó frente a él para dejar sobre la tierra su pesada mochila.
- Maldiciooooooon. -Posó sus manos en su cintura y estiró su espalda hacia atrás.- La espalda me está matando.
- No hay tiempo de quejas, hyung, el sol esta por ponerse, hay que armar las contiendas y buscar ramas para la fogata. Andando, que estoy casi seguro que Gyu no empaco las linternas.
- ¡Ese era tú trabajo, Taehyun! -El menor suspiró, ya estaba acostumbrado a él, y al hecho en que vivía en su mundo, en uno donde siempre olvidaba un tercio de las cosas que debía traer.
En todo caso, Tyun tenía razón, no había linternas y no podían darse el lujo de gastar las de su móvil así que se pusieron manos a la obra. Primero armaron ambas carpas, una de la pareja, y otra del solitario mayor, los caños fueron difícil de colocar en la tierra, al igual que inflar sus camas, pero pronto el pequeño festejo iba tomando forma. Tae movió unas rocas para que puedan usarlo de asientos, Beom desempaco los víveres que no iban más allá que malvaviscos, snacks y cervezas, mientras que la tarea del mayor, Yeonjun, era de buscar ramas para la fogata que los iluminaria.
- A esos niños siempre les toca la parte fácil. -Refunfuñando iba conectando ramas del suelo que veía podían ser de utilidad.- Probablemente llegue y Beom ya se le tiró encima a Tyun... no sé por qué aún acepto salir con ellos cuando es evidente que soy la tercera rueda.
Choi Yeonjun estaba tan metido en sus pensamientos que no se percató del sendero brilloso que dejaba tras él. El brillo caía de las alturas, de las copas de los árboles, allí un see trataba de ser lo más sigiloso posible mientras perseguía al espectro gruñón. Sus ojos dilatados, ya sea de asombro o porque le parecía interesante lo que veía. En todo caso no podía dejar de seguirlo y de estar interesado en él. Bueno, hasta que se vio espantado realmente por la llegada de un intruso, que le hizo mover las copas de los árboles con la fuerza suficiente para que el humano se volteara con las ramas entre sus brazos.
Asustado, Soobin cubrió los labios de Hueningkai con sus manos para que Yeonjun no lo oyera, mientras que este miraba a todas direcciones, quizás espantado por el repentino sonido de los árboles. Al final, el mayor se acobardó y decidió volver corriendo hacia donde se encontraban sus amigos. Soobin suspiró y segundos después frunció su entrecejo. Luego soltó a Kai.
- Por poco y nos descubren, ¿en qué estabas pensando? Dime. -Lo regaño mientras bajaba del árbol con un salto majestuoso, sus alas tintinaron y esparcieron un brillo turquesa que desapareció pronto del espacio.
- Sólo quería decirte que había dos intrusos en el lago... no sabía que había un tercero.- Mencionó cabizbajo, a diferencia del hada mayor, Kai bajo usando sus alas. Destellos, esta vez dorados, lo acompañaron hasta que llegó a tierra firme.- Tampoco sabía que tu lo estabas siguiendo...
Soobin resoplo, y llevó su mano a masajear su cien. Hueningkai era un hada que había llegado hace poco al bosque, asi que aún no estaba tan familiarizado como Soobin que llevaba más años que los árboles de ese bosque. Pero no podía enojarse con el niño, ningún ser del bosque sabía como habían llegado allí, un día solo aparecían, con alas, orejas o cola, no importa, solo de repente te convertias en un ser mágico y debías aprender a vivir con ello. Por ello Hueningkai era aún un "bebé" en esto, y por consecuencia -y algo de lástima- Soobin se había vuelto su mentor.
- Lo siento Hyuka, me dejé llevar, es que hace mucho que no veo a un humano por aquí...
- ¡¿Cierto?! ¿No son interesantes, hyung?
- ¿Hyung?
- Oh sí, escuché eso de aquellos extranjeros que estaban en el lago, es la primera vez que veo humanos así que me quedé observando y escuchando... uno le decía cosas como... oh hyung qué bien lo haces, así que pensé que era una adulación y quería decírtelo.
El rostro de Soobin se había puesto como las flores en la primavera, a un rojo vivo, porque aunque no era humano con los años entendió qué sucedían con personas que emitían ese tipo de comentarios. Pero ya lo había regañado demasiado -en realidad no, sólo no quería romper sus ilusiones con la nueva palabra que acababa de conocer. Así que relajó su rostro, destenzo su cuerpo y le sonrió.
- Sólo no olvides la regla H H, humanos y hadas no pueden convivir, podría ser peligroso para nosotros...
Hueningkai volvió a bajar la mirada, pero Bin se apresuró en levantar su rostro con delicadeza para que lo viera al rostro. Ya no había enojo, sólo dulzura porque aunque le cueste entenderlo, alguna vez fue un alma pura como la del menor, así que era difícil no verse en él.
- Antes de que vuelvas a disculparte déjame decirte que lo que te digo es porque me preocupo por ti y por todos los seres que habitamos este bosque. No quiero que nadie salga lastimado, menos tú, ahora que tengo un compañero... -Curioso, entrometido y torpe compañero pensó.- No quiero quedarme solo como al inicio, así que por favor, cuídate.
La mano que sostenía su mentón se posó sobre una de sus mejillas, mientras que acercaba su rostro hacia el del menor para poder posar sus labios sobre la nariz, y posteriormente sobre su frente. Aquel gesto era la máxima prueba de cariño que tenían los de su especie, era como declarar al otro parte fundamental de su familia, era una promesa en donde el mayor le decía al menor que lo cuidaría bajo toda circunstancia.
Y por supuesto alguien estaba más que feliz por ese afecto, las alas se movieron como si una cola de pelo se tratase. La sonrisa se pinto en su rostro y se permitió acunar su mejilla en la mano de Soobin.
- Por hoy vamos a descansar, mañana podremos investigar más juntos, ¿está bien?
Y se marcharon a su hogar escondido entre los arbustos, donde los ojos humanos no podrían encontrar la entrada salvo que algún ser del bosque se lo permitiera. Llegaron, cocinaron sopa de flores de lirio con almendras y se recostaron, pero hubo alguien quien la tentación le ganó y a mitad de la madrugada se vio junto a una campaña justo al lado del lago... ¿De quién se podría tratar?

ESTÁS LEYENDO
EL HADA DEL.BOSQUE / YEONBIN.
FanfictionCuenta la leyenda que en un viejo y terrorífico bosque se encuentra el ser más bello y puro que podría existir en la tierra, un hada. Dicen que brillos caen desde sus alas hasta el suelo cuando están revoloteando. La belleza de su rostro atrapa a cu...