Capítulo 2. H vs H.

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Todo parecía estar en paz de no ser por una de las tiendas que se movía de aquí para allá, gemidos desvergonzados escapaban de las bocas de sus amigos mientras Yeonjun trataba de apaciguar su gran muestra de amor cubriéndose las orejas con las manos. Siempre era así, ellos lo harían en el lugar que fuera, como su tuvieran una lista de "los cien lugares más extraños en donde tuviste sexo". De ser así, ya llevarían más de media cuenta hecha con el mayor de espectador.

– Dios mío, ¿por qué Beomgyu chilla como tortuga? Maldición. –Yeon sólo refunfuñaba por lo bajo, para que no fueran capaz de oírlo. De todas formas, no lo oirían.

Mientras tanto, un hada traviesa pero ante todo curiosa revoloteaba sus alas costeando las pertenencias de los desconocidos. Una conservadora, latas vacías, mochilas enormes y más cosas acompañaban a la fogata que ya iba apagándose.

Soobin igual se sorprendió del escándalo de una de las carpas en particular, pero eso no le impidió dejar su camino de brillos detrás de sí mientras, descalzo, examinaba cada cosa de cerca. Habían pasado largos años desde la última vez que se acercó tanto a un campamento humano, por lo que había artefactos que eran desconocidos para el hada, que con la sutileza de sus dedos acariciaba para poder apreciarlo mejor.

De cuclillas tocó suavemente lo que parecía ser un reproductor de música, estaba apagado, pero le sorprendió lo frío y enorme que era. Ya de pie siguió dando vueltas por allí hasta llegar a la otra contienda, esta estaba más calma y alejada de la ruidosa, aunque de todas formas afinando su oído podía ser capaz de huir unos bajos murmullos.

Grande fue su sorpresa cuando pudo detectar de quién era la voz. Aquel chico que juntaba ramas estaba dentro de esa carpa, a una tela de distancia. Su imaginación comenzó a volar más alto que las nubes, y sus alas se pusieron inquietas cuando se notó ruborizado por la increíble imaginación que podía llegar a tener por un simple humano.

Demasiada expedición y exposición, era hora de regresar con Kai.

Dio un paso atrás pero no se esperaba que detrás de sí hubiera unos vasos con los que torpemente tropezó, viéndose caer con el trasero en la tierra. Hubo ruido, claro, y un quejido por el golpe, sin embargo también hubo más.

Un humano desaliñado acababa de salir de su pequeña cueva improvisada y estaba viendo el pequeño espectáculo del hada.

Sí, Yeonjun estaba viendo a Soobin.

Y sí, Soobin debía salir rápidamente de allí.

Apresurado intentó levantarse torpemente antes de ver u oír la reacción contraria. Acababa de romper una regla muy importante y es que no debía dejarse ver por ningún humano jamás, salvo de ser necesario, y esa situación no era particularmente una necesidad.

Yeon sólo lo miraba sorprendido, las palabras estaban en su garganta, atoradas, ¿debía gritar para llamar la atención de sus amigos de que un extraño ser estaba hurgando entre sus cosas o debía adular a ese ser por ser la persona más bella que haya visto?

En fin, no importaba porque pronto Soobin se puso de pie y de un salto voló hacia una rama resistente en los árboles y con ello fue perdiendose entre la intensidad de la noche, sólo dejando detrás de sí un destello de brillos que Yeon intentó atrapar tímidamente. Este quedó por un segundo en su palma y luego se desvaneció, al igual que lo había hecho aquel maravilloso ser rubio.

– ¿Qué mierda…? –El mayor no entendía lo que había sucedido, miraba su mano y la dirección en donde logró huir Soobin y… simplemente no comprendía. Se rasgó los ojos creyendo que fue algún tipo de alucinación propia generado por estrés o cualquier cosa. Pero no, aquello fue real. Eso que había caído junto a su carpa era real.

Aún atónito, se sentó sobre una de aquellas rocas que era improvisadamente un asiento. Pasaron unos minutos hasta que oyó claramente el gemido de Beomgyu y sin estupor gritó en dirección a su carpa.

— ¡Choi Beomgyu, todo el bosque escuchó cómo acabaste! —Inclusive el rubio de alas brillantes. Cuando estaba dispuesto a ingresar vio movimiento en la campaña contraria. ¿Sería la segunda o tercera ronda? ¿Cómo es posible que su amigo Taehyun no se quedaba seco? Repentinamente una cabeza salio de allí. Beomgyu estaba con su cabello enmarañado de haberse dado tanto amor con su novio y con su mejor cara de "muérete Choi Yeonjun" le susurró tras sacarle la lengua:

— Envidioso.

Y el mayor no pudo evitar soltar una carcajada en la soledad. La campaña dejó de moverse y el silencio volvió a reinar en esa fracción del lago. Yeon quedó a fin de cuentas sentado en la roca un rato más, mirando hacia la copa de los árboles cada tanto, esperando en su interior volver a verlo a él, a eso, al ser. Pero nada, Soobin estaba bien escondido y el otro no podría verlo, pero él sí al otro. Presenció la pequeña discusión y aquello le había robado una risita. Era un gruñón, definitivamente. Pero uno lindo, con un cabello ligeramente esponjado que solo provoca en el alto la necesidad de tocarlo. A su cabello, claro. Pero aquello era imposible, humanos y hadas no podían tener ningún tipo de contacto, ni siquiera del que habían tenido momentos antes.

Soobin había roto una de las reglas principales, falló en su trabajo pero no debería importar si nadie más sabía su secreto, ¿no? Hueningkai podría no saberlo jamás y así seguiría el ejemplo de su "hyung" y no caería el caos en el bosque.

Pero cuán equivocado estaba Soobin.

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⏰ Última actualización: Jul 17, 2023 ⏰

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EL HADA DEL.BOSQUE / YEONBIN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora