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¿Estaba bien lo que hacía?

No, claramente no.

¿Entonces por qué lo seguía haciendo?

¿Por qué todavía se manchaba las manos de ese color carmesí?

¿Por qué se dejaba manipular por todos?

¿Por qué se sentía un objeto?

Quizás porque fue creado con ese propósito. Para ser un arma de doble filo, un objeto indestructible, para que no pudiera sentir ni la mínima culpa y para que pudieran usarlo a su antojo.

¿Entonces por qué se sentía culpable?

¿Por qué su mente lo torturaba cada segundo con las vidas que había arrebatado?

¿Acaso algo estaba mal con él?

Dicen que los humanos sienten culpa por lo que hacen a veces, incluso si es por la más mínima cosa.

Pero él no se sentía humano, ni siquiera era humano. ¿Entonces por qué se sentía mal por arrebatar una miserable vida?

Esas eran las preguntas que merodeaban en la cabeza de Chuuya Nakahara.
――*☼*――

-Parece que cumpliste perfectamente tu misión, Chuuya-kun. - La voz de su jefe lo sacó de sus tortuosos pensamientos. -Después de todo, no esperaba menos de ti - dijo con una sonrisa.

Delante suyo tenía al jefe de la mafia más temida de todas, Ougai Mori.

-Dime la información que obtuviste.- habló su jefe con su sonrisa de siempre.

-Nada importante la verdad. Era una organización pequeña que tenía acceso a algunos escondites y armas de la Mafia, pero nada de qué preocuparse -habló Chuuya con seriedad. -Tampoco tiene que preocuparse por cómo supieron o cómo obtuvieron las armas, ya me encargué de eso.

-Entiendo. Bueno, ya que cumpliste tu misión, te puedes retirar o ir a descansar.- dijo su jefe.

-Con su permiso, Jefe- hizo una reverencia y se retiró.

Cuando estaba afuera de la sede de la Mafia, para retomar su camino hacia casa y dormir toda la noche (porque su jefe tuvo la brillante idea de llamarlo a las once de la noche).

Y cuando estaba subiendo a su preciada moto, sintió de repente un dolor en la cabeza. Era como si le atravesaran el cráneo con mil cuchillos. La vista se le puso borrosa y sintió un dolor en todo su cuerpo. El dolor era insoportable. Lo único que pudo escuchar antes de caer totalmente inconsciente fue la voz preocupada de Akutagawa llamándolo.

━𝙀𝙓𝙋𝙀𝙍𝙄𝙈𝙀𝙉𝙏𝙊 𝐀5158━Donde viven las historias. Descúbrelo ahora