Capítulo 2: Perturbación

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La cabeza de Sakura estaba dando vueltas. Su corazón palpitaba rápidamente mientras se esforzaba por mantener con vida al extraño que llegó de improviso en su oficina.

En el instante en el que apareció Sasuke cargando el cuerpo de un muchacho rubio lleno de sangre, tuvo millones de preguntas; sin embargo, instantáneamente había gritado por ayuda y trasladado al herido a la sala de operaciones más cercana.

La desesperación que sintió al hacer una revisión rápida del cuerpo le dieron ganas de llorar. Ella no entendía esa reacción, llevaba casi 20 años como médica, había presenciado tantos casos y muertes que pensó era inmune al dolor. Pero ahí estaba, agitada dando órdenes a sus ayudantes para que detuvieran el sangrado de la cabeza y la pierna, mientras ella se encargaba de la mayor herida en el lado izquierdo del pecho.

—¿Qué pasa con las bolsas de sangre? —preguntó a la enfermera que entró con los materiales que le mandó a traer anteriormente.

—Todavía esperamos por el análisis de su tipo de sangre, dijeron que el resultado saldría en 20 minu…

—10.

—¿Qué…? —la enfermera tembló—. Directora, eso es…

—¿No me escuchaste? —Sakura frunció el ceño—. ¿Quieres que lo repita? ¡Necesito esas bolsas en 10 minutos!

—¡Sí, sí! ¡Lo lamento! Haré que se apuren.

La enfermera salió corriendo. Los ayudantes sintieron un escalofrío ante la voz de Sakura, pero siguieron curando al extraño inconsciente que había logrado desestabilizar a la jefa del Hospital General de Konoha.

Sakura, discípula y heredera de la Quinta Hokage, conocida por su asombrosa habilidad, era un ejemplo a seguir para cualquiera que deseara ser un médico ninja. No solo era admirable su forma de curar los casos imposibles, sino también su actitud de acero. Sakura nunca se asustaba o dudaba cuando entraba en una sala de operaciones, mucho menos perdía el control. Por eso el proceder con el joven desconocido había sorprendido a todos los presentes, quienes llevaban años al lado de ella como sus subordinados más confiables.

—Maldición —susurró la pelirrosa. La palabra parecía haberse escapado de sus labios, como si se tratara de un ruego inconsciente—. El primero que estabilice la herida vaya a buscar refuerzos… Su cuerpo tiene quemaduras y veneno, necesitamos un antídoto y desinfectar antes de que contraiga una infección.

—Sí, directora —respondieron al unísono.

Sakura se mordió el labio, conteniendo la tensión que inundaba su ser. Sus ojos viajaron al rostro de su paciente. Estaba siendo alumbrado por el aura verde del chakra de su ayudante; no obstante, todavía lograba observar las facciones suaves que llenaban la piel blanca, ahora pálida por la gran pérdida de sangre.

¿Cómo es que terminó así? ¿Contra quién se había enfrentado como para que lo dejaran al borde de la muerte?

Quitó su mirada, reconociendo que el seguir viéndolo solo la confundía más de su labor. Suspiró y se concentró en curar los órganos dañados. El único pensamiento que hacía eco en su mente es que tiene que salvarlo.

(…)

—Explíquenme que sucedió —pidió Shikamaru luego de ordenar que cerraran esa área del hospital y que no pasara nadie más que personal autorizado por Sakura—. ¿Dicen que ese niño apareció de un bucle entre dimensiones?

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2023 ⏰

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