~Historias Rodrivan...~

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~Primer celo~
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Iván miró al reloj con ansiedad mientras se paseaba por la pequeña sala de su departamento. Sabía que no podía hacer nada más que esperar a que su cuerpo decidiera tomar la decisión por él. Su primer celo estaba a punto de comenzar en cualquier momento y aunque había leído mucha información sobre lo que iba a pasar, todavía se sentía nervioso y un poco asustado.

La puerta se abrió y Rodrigo entró en el departamento con una bolsa de compras en la mano. Iván se sintió un poco más tranquilo al ver al hombre que había elegido para ser su pareja. Rodrigo era un alfa fuerte y protector, alguien en quien podía confiar para ayudarlo a través de lo que estaba a punto de suceder.

"¿Cómo te sientes?", preguntó Rodrigo mientras dejaba la bolsa y se acercaba a Iván.

"Estoy nervioso", admitió Iván. "Sé lo que va a pasar, pero no sé lo que realmente va a ser".

"No te preocupes", dijo Rodrigo mientras envolvía un brazo alrededor de Iván y lo guiaba hacia el sofá. "Estoy aquí para ayudarte a través de todo esto".

Iván se dejó caer en el sofá y se abrazó a Rodrigo mientras la tensión comenzaba a acumularse en su cuerpo. Podía sentir la oleada de hormonas que se acumulaban en su cuerpo, lo que lo hacía sentir caliente y ansioso. Rodrigo acarició suavemente su cabello y dejó un beso en su frente.

"¿Qué necesitas?", preguntó Rodrigo suavemente.

"No lo sé", respondió Iván. "Sólo quiero que estés aquí conmigo".

Rodrigo asintió y rápidamente comenzó a desempacar la bolsa de compras. Sacó una botella de agua, algunas barras de proteína y frutas. Luego, sacó una pequeña caja de comprimidos.

"Esto te ayudará", dijo Rodrigo mientras abría la caja y sacaba un comprimido. "Son supresores del olor. Te ayudarán a mantener bajo el radar durante tu celo".

Iván asintió y tomó el comprimido de Rodrigo, agradecido por su ayuda. Se encogió en el sofá mientras escuchaba la respiración calmada de Rodrigo. Podía sentir su propio corazón latiendo fuertemente en su pecho, sintiendo la necesidad y el deseo de ser tomado por su alfa.

"¿Qué haremos?", preguntó Iván cuando finalmente encontró su voz.

"Lo que tu quieras", dijo Rodrigo. "Podemos ver películas, cocinar, o simplemente pasar el tiempo juntos".

"Quiero estar contigo", admitió Iván. "Quiero sentirte cerca de mi".

Rodrigo sonrió y se levantó del sofá. Tomó a Iván de la mano y lo llevó hacia la habitación, donde se sentaron juntos en la cama. Rodrigo envolvió su brazo alrededor de Iván mientras miraban juntos la televisión. Los olores y las hormonas comenzaron a inundar sus sentidos, haciéndolos sentir como si estuvieran flotando en un mar de deseo.

Iván se acurrucó contra Rodrigo mientras sentía las oleadas de calor que recorrían su cuerpo. Rodrigo se inclinó y lo besó suavemente en la frente, prometiéndole que estaría allí para él a través de todo el celo y más allá. Iván se sintió seguro y protegido en los brazos de su alfa, sabiendo que juntos podrían superar cualquier cosa que se les presentara.
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