A la mañana siguiente me desperté en mi cama sola, en mi mesita de luz había un vaso con agua y unas pastillas que supuse que eran para el dolor de cabeza, mi único pensamiento en ese momento fue Tom sexy Kaulitz.
Me las tomé, me vestí y baje, creí que Tom se había ido pero al ver a Bill en la sala y a Tom con mi hermana en la cocina preparando un mate me tranquilice un poco esta vez estaba acompañada y me sentía acompañada.
—Buenos días bella durmiente. —la voz de Bill llamo la atención de mi hermana y Tom, ella me vino a abrazar y yo no quise corresponder el abrazo.
—Tom me contó todo... Creo. —antes del "creo" hizo una pequeña pausa y nos miro con una cara de sospecha. —¿Por que nunca nos dejiste como te sentías? —me tomo de los hombros con cara de comprensión.
No quería tener ese charla de mierda así que solo alce los hombros y puse cara de que no me importaba, quería llorar y eso mi hermana lo sabía, es una conexión rara que tenemos, me fui a la cocina y empecé a tomar el mate que me habían hecho.
—Vos y tus mates lavados y con poca azúcar, cosa de que me agarre diabetes¿no? —inconscientemente los perdone a todos y ellos se dieron cuenta, las lágrimas ya caían por mis mejillas y los tres vinieron y me envolvieron en un cálido abrazo.
(...)
Pasaron unos días desde aquel accidente y habíamos salido a comer al lugar favorito de Tom y Georg. Desde que entremos Ale y yo nos sentíamos incomodas debido a las miradas de los hombres mayores, muy mayores para nosotros.
Nos sentamos y pedimos, no sé si fue por la mini falda de mi hermana o por el top que yo traía pero nos confundieron con prostitutas. Un hombre se hacerco a Bill y le pregunto cuánto costaba la noche conmigo, los demás tipos que iban con el señor se rieron de nuestras caras.
—No son prostitutas...—dijo Tom con un tono de voz calmado pero apretando tan fuerte el puño.
—Pues lo parecen —los hombres volvieron a soltar carcajadas y Tom se levantó, empujo al hombre hasta tirar al hombre al piso y una vez ahí lo empezó a golpear solo paro cuando el hombre estaba inconsciente y probablemente con la nariz quebrada.
Se levantó y rápidamente solio del lugar, yo lo seguí y lo ví encender un cigarrillo, una vez prendido se lo saqué de la boca para fumarlo yo.
—Fumar está mal rabioso. —en ese momento de tensión el soltó una pequeña risa acompañada de un por de lágrimas. —¿Que pasa bebé? No me digas que sos adicto como yo.
—Me dió tanta bronca que no te sepan respetar a vos y a tu hermana... No lo pude evitar. —dijo con pena por qué tuve que verlo en ese estado.
—No pasa nada, el señor barriga se merecía una lección. —mi tono frío y sincero hizo que el vuelva a reír.
—Lamento que me tuvieras que ver así.
—Yo te quiero Tom y parte de quererte es aceptarte en todo sentido. —extendi los brazos para un abrazo el cual el acepto pero por la diferencia de altura tuve que hacer puntitas de pie para quedar más a su altura.
—Tom este lugar es una mierda, lo comemos en casa. —interrumpio Bill mientras los otros traian las bolsas de comida.
—Yo me llevo mi comida voy a mi casa. —dije y me pasaron mi bolsa y me subí al auto de Tom.
—Anda con ella Tom a ver si la pones y dejas de estar necesitado. —dijo Georg pasandole la bolsa a Tom quien la agarrón de mala manera y se dirigió a su auto, lo puso en marcha y fuimos para mi casa.
En el camino abrí la ventana y tire el cigarro, el viento pegaba suavemente en mi rostro y mientras Tom manejaba yo saqué mi hamburguesa del paquete y comencé a comer.
—La comida mínimo estaba rica. —el me dió una pequeña mirada y sonrió.
—¿No podés esperar hasta llegar a tu casa?
—No deja de romper los huevos. —el me miro seriamente y yo me acerque y deposite un beso tan inocente en su mejilla. —Gracias por dejarme comer en tu auto rastas.
—No hay de que.
Llegamos a mi casa y se despidió de mi en mi puerta con un beso y un abrazo no me gustan los abrazos pero los de el me hacían sentir tan bien que no me puede resistir.
—Pense que te quedabas a dormir. —mi tono fue tan inocente que supongo que no se pudo resistir.
Entramos juntos y yo estaba a punto de subir las escaleras pero ví que el se quedó parado en la puerta.
—Que paso confianza, no venís?
—Mucha ropa reina... —sus ojos llenos de deseo y su voz grave me golpearon fuerte.
Contenido sexual (si no te gusta pasa el capítulo completo)
Poco a poco me fui deshaciendo de cada prenda que tenía hasta quedar en ropa interior, estábamos frente a frente. El no podía controlar sus ojos, no sabia porque si no era la primera vez que me veía en ropa interior o la primera vez que íbamos a tener sexo.—Te voy a dar tan duro que se te va a olvidar lo que pasó hoy. —dicho eso me agarró de la cintura levantándome del piso y yo enredé mis piernas en su torso.
Subimos las escaleras unidos en un beso apasionado y nos dirigimos a mi habitación, entramos y el cerro la puerta y me acorraló en ella.
Mis manos se dirigieron a su remera y la saqué, dejando al descubierto su abdomen un poco marcado y luego a sus pantalones, desabroché estos dejándome ver su erección encerrada por su boxer, el cual también saque.
Me iba a agachar para chuparsela pero el me detuvo.
—Esta es mi disculpa, ahora me toca a mí hacerte ver las estrellas linda.
Me empujo suavemente hacia mi cama y me sentó en la orilla de esta, el se agachó delante mío y fue dejando suaves besos en mis muslos hasta llegar al borde de mi ropa interior, ahí fue cuando la retiro lentamente dejado ver mi intimidad.
Heche todo mi torso hacía atrás del placer que estaba sintiendo pero no era suficiente, quería más. El sin previo aviso metió dos dedos, lo cual me tomo por sorpresa pero me dió tanto placer que ni me queje después de todo está era su disculpa.
El iba cada vez con más velocidad haciéndo que me estremesca con cada movimiento, en un momento sentí como algo caliente se posaba en mi clítoris y empezaba a moverse, metió lengua el atrevido ese.
Estando cada vez más cerca del climax los gemidos se hacían cada vez más presentes, hasta que llegue por fin.Si está era la disculpa ojalá me traten mal más seguido.
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𝙏𝙧𝙪𝙨𝙩 𝘽𝙖𝙗𝙮
Fanfiction𝙀𝙧𝙖𝙣 𝙢𝙪𝙮 𝙟𝙤𝙫𝙚𝙣𝙚𝙨 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙨𝙖𝙗𝙚𝙧 𝙖𝙢𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙮 𝙢𝙪𝙮 𝙜𝙧𝙖𝙣𝙙𝙚𝙨 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙨𝙖𝙗𝙚𝙧 𝙤𝙙𝙞𝙖𝙧𝙨𝙚 Tom choca con un chica y queda perdidamente flechado. Soledad choca con un chico muy extraño pero agradable. La banda Tokio H...