Capítulo 1: Piratas del Caos

489 55 3
                                    

SAGA DEL EAST BLUE
Nadie supo como aquel niño de ocho años pudo llegar en barca al East Blue, completamente solo.
La barca estaba en muy mal estado y el niño, famélico y con pérdida de memoria.

Quien lo encontró fue un conocido marine, conocido como el "Héroe de la Marina", Monkey D. Garp. No había nada en la barca salvo un nombre grabado en letras doradas Thalyon D. Lynkor, con un par de serpientes a ambos lados. Supuso que ese era su nombre.
No llegó a saber de donde venía, pero cuando le vio, en el estado en el que se encontraba el niño, no pudo evitar compadecerse de él y lo llevó al Monte Colubo, con los bandidos de la montaña, donde también se encontraba otro niño al que había acogido, Ace.
En Monte Colubo estaba la conocida en aquellas tierras como Familia Dadan, liderada por Curly Dadan, una vieja conocida de Garp, que le debía unos cuantos favores y, por ello, no tuvo otra que aceptar a Lynkor como uno más.

-¿No recuerda nada?-le preguntó a Garp.

-Dice que su nombre le suena que sí que es Lynkor-respondió el marine-Pero no sabe de donde viene ni, ni como llegó aquí... Cuida de él.

Dadan desistió y le aceptó dentro de la familia Dadan.

Rápidamente conoció a Ace, con quien hizo buenas migas rápidamente y le presentó a Sabo. Los tres juntos se volvieron inseparables, convirtiéndose en una banda, liderada por Lynkor.

Todo iba bien y su amistad se estaba volviendo cada vez más fuerte, llegando a considerarse hasta amigos.
Entonces, Garp regresó de nuevo. Esta vez traía a un niño de siete años, con un sombrero de paja. Se trataba de su nieto, Monkey D. Luffy.

Lynkor y Ace, que eran los que vivían oficialmente con Dadan, al principio rechazaron a Luffy, sintiendo que era un niño y un extraño. Lynkor tenía catorce años, y Ace y Sabo diez, los tres se sentían verdaderos adultos en comparación y Lynkor, que como el mayor que era y líder del grupo, sentía que él era el encargado de cuidar de Ace y Sabo, por lo que no quería que surgiesen peligros de tener que preocuparse de Luffy.

Aún así, Luffy era increíblemente cabezón. Ignoró por completo el rechazo de Ace y Lynkor y comenzó a seguirles, pero al final resultó que no era nada malo.
Fue capturado por los Piratas de Bluejam, una tripulación a la que Ace, Sabo y Lynkor les habían robado varios tesoros. Luffy sabía perfectamente donde estaban escondidos los tesoros, pero a pesar de que sus habilidades para mentir eran muy malas, no dijo nada en ningún momento.

Porchemy, el segundo al mando, comenzó a golpearlo, pero Luffy había consumido una akuma no mi. Se decía que las frutas del diablo eran frutos con encarnaciones del Diablo del Mar dentro de ellas y que el secreto de su poder está oculto en el Grand Line.
Luffy la había consumido por error, al pensar que la fruta que estaba en un cofre de los Piratas de Akagami era una fruta normal.

La akuma no mi de Luffy le permitía estirarse como la goma, lo que hizo que los golpes de Porchemy no le hiciesen daño. Al verlo, este se puso unos guantes con púas. Ahí, Luffy sí que comenzó a recibir daño. 
Ese fue un gran error para Porchemy.

En la base secreta que tenían montada Ace, Sabo y Lynkor, Ace y Lynkor estaban hablando sobre donde mover los tesoros, a sabiendas de que Luffy acabaría cantando, pero pasado un tiempo, Sabo llegó al lugar, corriendo a toda prisa.

-¡Lynkor, Ace! ¡LUFFY NO HA DICHO NADA! Porchemy le está golpeando con sus puños de púas... Va a acabar matándolo... ¿Y Lynkor?

Lynkor había desaparecido del lugar.
Corría a toda velocidad, en dirección de la base de los Piratas de Bluejam, mientras que su cuerpo se iba cubriendo de escamas verdes.

Sí. Lynkor también había consumido una akuma no mi. De echo, se la había robado a los Piratas de Bluejam, aunque seguramente ellos no tenían ni idea de la fruta que tenían en sus manos.
Se trataba de la Hebi Hebi no mi: Modelo Jörmundgandr, una zoan mitológica que permitía al usuario convertirse en una serpiente conocida como la serpiente del fin.

Piratas del Caos: Yo seré el Rey de los PiratasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora