CAPITULO 25: ESTO NO ACABA HASTA QUE LA MARINA NO GANA

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Marina

Comencemos a rodearlos a pesar de la tierra, cuando se les acabaron los trabajos (las tomateras), eran nuestros. Cada uno tenia recarga de tierra, nos íbamos acercando, acercando, acercando:

- Alto, dejadnos en paz, por favor. - Suplican todos.

- No, ya veras quien se come el pepe de quien - digo yo.

La rubia se me acerca "en son de paz" y se me disculpa, yo pa no hacer el feo, también me disculpo:

- ¿en paz? - digo yo.

- en paz - dice la rubia


Como ser la LECHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora