PRÓLOGO

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—Mi Nammie...Lo prometiste...Prometiste regresar...—Musitó, mientras sus labios temblaban y su nariz escurría.—¿P-por q-que no regresaste? Yo, estaba esperandote, mi amor...

Los sollozos desgarradores de SeokJin eran lo único que se escuchaba en el panteón. Todos mantenían sus cabezas gachas ante lo que presenciaban, excepto una persona…

Lee Jae Hwan.

Quien estaba disfrutando cada minuto que pasaba del funeral…

Disfrutaba su triunfo, disfrutaba haber terminado con aquello que nunca debió de existir, con el romance entre su enemigo y su hombre, porque sí, seguía considerando a SeokJin suyo, a pesar de haberlo dejado plantado en el altar, a pesar de haberlo acusado de su más grande secreto y haberlo enviado a la cárcel. SeokJin seguía siendo suyo y eso  nadie lo iba a cambiar, o al menos eso creía…

—En lugar de ser un hijo de perra al presentarte hipócritamente en mi funeral mejor encárgate de matarme tú mismo.—Una ronca voz musitó a su costado, era ronca pero estaba convertida en un susurro para no llamar la atención de los presentes. Ken no se inmutó, pues sabía que se encontrarían. Ambos tenían el mismo objetivo, estar cerca de SeokJin.

—Sí, debí hacerlo por mi mismo, esos inútiles no pudieron ni siquiera matarte.

—Lo intentaron, pero fracasaron, así como tú…

—Ja, ¿yo? Yo no fracasé, mi plan funcionó perfectamente, estás muerto…

—Te equivocas…—El más alto tensó su mandíbula, estando a nada de estallar contra el bastardo que quería separarlo de su novio.

—Lo estás para SeokJin…—Y entonces señaló hacia donde estaba su amado, llorando sobre la tumba que decían que contenía su cuerpo. Por impulsó dio un paso para acercarse a su amado y abrazarlo, rogarle que no llorara más, pero Ken lo detuvo, poniendo su mano contra su pecho.

—Yo si fuera tú no hacía eso.—Le musitó, evitando que continuara su paso.

—¡Suéltame imbécil!—Gruñó el moreno.

—¿Acaso lo quieres lastimar más? ¿Qué pensará cuando se entere que sigues vivo? ¿Qué fingiste tu muerte para alejarte de él? Estará muy decepcionado de ti por haberlo hecho llorar tanto.

—No creo en nada de lo que dices…—Atacó, manteniendo su postura firme.

Se había quedado sin cartas. Tenía que admitirlo; todo estaba en su contra, nada podría señalar a NamJoon, excepto una cosa…

—Si intentas tan sólo acercarte a él, le diré la verdad sobre Irene.—Amenazó, al mismo tiempo que ejercía presión en el brazo de NamJoon, evitando que se fuera, al mismo tiempo que ejercía una manipulación sobre su agarre.

—¿De qué hablas?—Frunció su ceño, confundido.

—Irene está esperando un hijo y tú eres el único con el que ha estado si no mal lo recuerdo, unos días antes de boda estuvieron juntos.

—No, eso es mentira.—Negó, no recordaba nada de eso, ya que desde que conoció a SeokJin no había tenido relaciones sexuales con Irene.

—¿Recuerdas esa vez que Irene estaba en mi oficina, ¿sobre el escritorio? Ella fue a pedirme que te hiciera un aumento porque la boda los iba a dejar gastados y después no tendrían lo necesario para el niño. Esa vez apenas tenía una semana, pero sinceramente me impresionó la forma en la que escondió su embarazo en la boda, nadie lo notó.

Ahora NamJoon se encontraba atando muchos cabos, ahora entendía porque sus cambios repentinos de humor, porque no quería que la dejara por SeokJin, la indecisión en su vestido de boda. Pero seguía dudando, ese hijo no podía ser de él.

—No hay pruebas de que el niño sea mío.

—Tú has sido el novio de Irene desde la preparatoria, es imposible que sea de alguien más si te ha sido fiel por años, lo contrario a ti.

—Irene es igual que tú, SeokJin no creería tal cosa.

—¿Tú crees?—NamJoon dudó, por primera vez en todas las acusaciones. SeokJin podría creer que el hijo era de él y lo obligaría a alejarse de él. Cuando Ken vio el rostro de NamJoon llenó de miedo sonrió ladino, supo que lo tenía en la palma de su mano.

—No te mataré NamJoon, siempre y cuando te mantengas alejado de SeokJin, entiéndelo, es por su bien, lo lastimarías mucho si se llega a enterar que ese hijo que espera Irene es tuyo.

NamJoon no sabía que hacer, quería estallar de rabia, ese bebé no era suyo, pero…¿y si sí?

Quitó el agarre que seguía ejerciendo Ken sobre su brazo con brusquedad, para después dar una última mirada a su amado, se encargaría de arreglar todo.

Acomodó la cachucha que le permitía pasar desapercibido, para después darle una fría mirada a Ken y alejarse de ahí.

—Atrapenlo y esta vez asegúrense de hacer bien su trabajo…—Ordenó a uno de sus hombres una vez que NamJoon se alejó lo suficiente, lo tomó del brazo como lo había hecho anteriormente con NamJoon, para después soltarlo bruscamente.

Ya no tenía que preocuparse por que NamJoon se entrometiera nuevamente en su camino, ya todo estaba en orden y como siempre, él había salido ileso…

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⚠ Advertencia ⚠

*Todo lo que suceda en esta historia es mera ficción, sacada de mi inquieta imaginación. (◕ᴗ◕✿)

*Puede llegar a contener lenguaje explícito, escenas de violencia tanto físicas como psicológicas, se recomienda su discreción.

*Cabe aclarar que no se busca sexualizar a ningún idol ni manchar su imagen.

*Puede que haya faltas de ortografía, se pide comprensión.

*Hay algunas cosas que puede que no lleguen concuerdar debido a mi falta de información, tales como cosas de historia, ciencia, matemáticas, etcétera...

*Quedan prohibidas las adaptaciones sin mi consentimiento.

*Quedan prohibido el robo de la idea principal.

*Se prohíbe subir mi obra sin consentimiento en otras plataformas ajenas a Wattpad. Y si es así, que sea con los créditos correspondientes.

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¡Espero que disfruten la historia! No olviden comentar y dejar sus votitos.
(◠‿・)-☆

-KimDa✨🌸

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