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「 CAPÍTULO DIECISIETE 」【SALVADOS POR VENUS】

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CAPÍTULO DIECISIETE
SALVADOS POR VENUS

24 de junio de 1995

Se sentía sola.

Emocionalmente y físicamente.

Nadie estaba allí para ella como siempre lo estuvieron con Andy.

¿Celos? Podría ser la palabra adecuada.

Todo el mundo estaba encima de Andy, pero nadie que apoyara a Venus. Después de lo que sucedió con Jacob, entendía que medio Hogwarts la odiaba.

Lo que no le parecía justo era que la juzgaran sin saber la historia completa. ¿Se lo merecía? Por supuesto que no. Tampoco le parecía muy bonito recibir miradas de odio de parte de los tejones cuando se topaba con un grupo de ellos.

Andy no le dirigía la palabra. Ni siquiera le saludaba cuando se cruzaban, y eso era muy extraño en ella. Para ella, saludar formaba parte de la educación y formalidad. Incluso sería capaz de achuchar en abrazos amorosos a su peor enemigo.

Su corazón dejaba de palpitar cuando intentaba hablar con Andy pero esta la ignoraba. Ahora más que nunca sentía el rechazo de su familia.

Dejando el tema atrás... Recién era la última prueba de Los Tres Magos. Y aunque Venus no participara en ella, padecía un coágulo de nervios en su estómago revoltoso. ¿La razón? La razón tenía nombre y apellido.

¿Qué pasaría si algo en la prueba salía mal?

Caminaba como un pato mareado, temblando, debido a los nervios por Cedric.

La tercera prueba consistía en un laberinto donde los campeones deberían adentrarse. La copa del Torneo de Los Tres Magos se situaba en el centro de este. El primer campeón en tocarla sería el ganador. La recompensa se trataba de una bolsa dorada de hasta mil galeones. A Venus le ponía aún más nerviosa pensar que Cedric podría perder y llevarse consigo una gran decepción.

Sonaba peor que le sucediera algo en el intento

Se dirigía sin compañía al lugar donde sería la tercera y última prueba. Pero al cruzar un pasillo se topó con Andy. Hacía una semana que no la veía en persona.

Entonces vio la oportunidad perfecta para hablarle. No había nadie y todo estaba muy silencioso, debido a que todos se encontraban esperando a los cuatro campeones fuera del castillo.

Antes de que pudiera alejarse más, Venus le tomó la muñeca. Andy trató de zafarse, pero rápidamente Venus sacó su varita y gritó:

—¡Immobulus!

La pelirroja se quedó paralizado tanto física como mentalmente.

—¿Q... qué estás...?

—Shh —siseó Venus—. No tenemos mucho tiempo, en menos de diez minutos comenzará la prueba del torneo.

CLUTTEN | CEDRIC DIGGORYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora