Segundas Oportunidades (Swanqueen) Au.

Capítulo 17

Emma la ha estado evitando, no es tonta y considerando que la mujer estaba bien antes de irse al trabajo, Regina solo puede asumir que la conversación con su jefe no fue tan bien. Especialmente, dado que Emma le envió un mensaje de texto mucho después de que terminó el juego para mentir y decirle que todavía estaba trabajando y luego no volvió a casa hasta después de las dos de la mañana. Era obvio que Emma estaba esperando a que se durmiera, así que no tenían que hablar.

Sin embargo, lo que realmente mató a Regina fue que Emma tropezó con la casa en medio de la noche y fue directamente a su habitación para esconderse. Emma ha dormido en la cama de Regina todas las noches durante las últimas dos semanas y no tener a Emma a su lado le dolía más de lo que creía imaginable.

Entonces, lo que sea que su jefe había dicho realmente había sacudido a Emma y la única explicación lógica que se le ocurrió a Regina es que Emma fue despedida. Está segura de que Emma está entrando en pánico y no quiere decírselo porque acaba de invertir en la panadería y eso probablemente significará que Regina tiene que terminar la expansión. Pero eso está bien con Regina. Perder su trabajo no es algo sobre lo que Emma tenga ningún control y quiere ser solidaria. Ella sabe que Emma es resistente y que se recuperará, pero hasta entonces, Regina no tiene problemas para apoyarla financieramente y hacer ajustes.

Solo desea que Emma sea honesta con ella.

Sin embargo, decidió que no iba a insistir en el tema, iba a permitir que Emma se acercara a ella en sus propios términos.  Tuvo que irse temprano esta mañana al trabajo, salió por la puerta a las cinco, por lo que espera que Emma haya tenido la oportunidad de pensar en su problema todo el día y hablara con ella cuando llegue a casa antes de que asistan a algún festival de otoño que todos los los vecinos los han estado molestando.

Y, por supuesto, como el destino sigue pagando mucho dinero para verla sufrir, se encontró con Ivy esta mañana. De todos los días. Ella había estado yendo a la panadería más tarde y evitando a la hermosa doctora, pero esta mañana sus mundos chocaron una vez más.

La hermosa mujer de alguna manera parecía más deslumbrante que de costumbre y era tan dulce y comprensiva, como si su cita nunca hubiera ocurrido y Regina no hubiera terminado con ella. Ivy amablemente preguntó cómo estaba Lennox, cómo estaba Regina, compró algo nuevo y luego sonrió como si estuviera esperando que Regina se diera cuenta de que había cometido un gran error y pidiera una segunda oportunidad.

A la mierda el universo.

"¿Emma? ¿Lennox? Estoy en casa", grita a través de la casa mientras se quita los tacones y deja el bolso en la mesa auxiliar.

"¡Está bien, espera ahí! Tenemos una sorpresa para ti", grita Emma, ​​lo que instantáneamente trae una sonrisa a la cara de Regina y todas sus preocupaciones se desvanecen.

"Está bien", dice lentamente, principalmente para sí misma. Se toma un momento para girar los tobillos, aflojando la tensión en las pantorrillas de un día muy largo en el trabajo. Ahí es cuando ve al patito más lindo andando en su camino. "Oh, Dios mío, niña", arrulla, poniéndose en cuclillas con los brazos abiertos para que Lennox corra hacia ella.

La risa alegre de Emma resuena en la casa, llenando el corazón de Regina con una calidez de amor y felicidad. Esto es hogar.

"La niña es linda, ¿eh?" Emma se ríe mientras sigue los pasos de Lennox.

Regina recoge a su ahijada y realmente evalúa su disfraz. "Esto es adorable", complementa, observando el torso amarillo esponjoso que parece una almohada, los pequeños pies naranjas y el sombrero amarillo.

"Lo vi en la tienda y no pude resistirme. Además, me lo rogó".

"Ella te lo suplicó", dice Regina sin expresión, mirando a Emma por encima del hombro de Lennox. "¿La que no puede decir más que hola?"