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21/06/2023. La Plata, Argentina

Julieta

Miércoles, seis y media de la tarde y vine a la cancha del club que me hizo hincha mi viejo. Hoy se juega el partido con San Lorenzo y no sé por qué estoy más nerviosa de lo normal, como si la que va a jugar el partido fuera yo.
El encuentro empieza a las siete, pero me gusta venir un rato antes para recorrer el estadio de UNO, saludar a las personas que trabajan en el club y pasar a ver a los jugadores por el vestuario los cuales varios conocieron a mi viejo y me tienen mucho cariño.

Subí al palco donde estoy siempre que vengo a la cancha, lugar que tiene el nombre de mi papá y que él compró. La mayoría de las veces vengo con mi mamá, mi hermano o mis amigas, pero esta vez vine sola y me gusta porque me siento un poco más cerquita de mi viejo y me hace no extrañarlo tanto. Hoy le van a hacer un homenaje y yo voy a estar en representación de mi familia, debe ser por eso que estoy nerviosa.

Llegue al lugar y cuando abro la puerta me encuentro a la persona que creí que no iba a ver más en mi vida. A penas abrí la puerta él se da vuelta y me mira, creo que ninguno de los dos nos esperábamos ver acá.

-Juli:Creo que me confundí -fue lo primero que dije porque ninguno decía nada y su mirada me ponía incómoda-
-X:El que se confundió fui yo -dice Joaquín y se levanta de donde estaba sentado-
-Juli:La dirigencia te dio este lugar?
-J:Sí, me dijo que me acomode por acá. No sabía que vos ibas a venir
-Juli:Es el palco de mi papá, de mi familia -le señalo el cuadro que estaba en la pared con la fotografía de mi familia en la inauguración del estadio-
-J:Pero no sabía que ibas a venir justo hoy
-Juli:Vengo siempre que juega de local y hoy le van a hacer un homenaje a mi papá, era obvio que iba a venir. No sabía que ibas a venir vos
-J:Bueno, ahora hablo con el presidente para que me ubiquen en otro lado
-Juli:No, quédate que está todo bien. El lugar es grande, somos dos, hay suficiente lugar. Pero si te querés ir y no compartir lugar conmigo, anda
-J:Tu familia no va a venir?
-Juli:No -dejo mi cartera sobre la mesa del lugar y abro la puerta para salir a la tribuna- Querés mates?
-J:No, gracias -salgo a sentarme en las butacas y el Tucu se queda adentro-

Lo incómodo que está el ambiente no lo puedo describir. La presencia de Joaquín me pone incómoda, hace mucho que no hablamos y la última vez que él lo hizo me dejo en claro que le chupo un huevo y que puedo hacer lo que quiero, hasta matarme que a él no le va a importar.

El partido empezó y el Tucu salió para sentarse en la tribuna pero varias butacas separadas a la mía. Al lado de nosotros hay otro palco, la gente saluda y le pide fotos al Tucu a lo que el acepta muy simpático.

Los minutos del partido van pasando, cada tanto siento la mirada de él sobre mí pero cuando yo lo miro se hace el boludo y mira el campo de juego.

-J:Gol la puta madre. Bien gordo -se para de su lugar y empieza a cantar una de las canciones que se escucha desde la popular- Esta intacto, como cuando tenía 20 -me dice y yo le sonrió-
-Juli:Es un goleador. Bueno, igual que vos
-J:No te creas
-Juli:Lo sos
-J:Bueno, vos también haces goles
-Juli:Sí, soy goleadora y lo admito -me sonríe y el estómago se me revuelve como si tuviera ochenta mariposas dentro mío- Creo que tenemos que bajar
-J:Para?
-Juli:Me avisaron que en el entretiempo te van a entregar una placa y una camiseta. Y yo tengo que ir por mi papá
-J:Bueno, vamos

Bajamos al campo de juego y la gente no paraba de aplaudir y gritar el nombre del Tucu. A mi se me puso la piel de gallina al ver como a él se le llenaban los ojos de lágrimas al recibir tanto cariño de la gente.
Verlo con la camiseta de Estudiantes me traen muchos recuerdos, me acuerdo de la primera vez que lo fui a ver y el primer gol que me dedico. Se me llena el pecho de orgullo al ver todo lo que logro en su carrera.

Era mi turno, bueno o el de mi papá. Pasaron un pequeño video en las pantallas del estadio y no pude evitar llorar.
Joaquín se me acerca y me agarra la mano transmitiendo paz y tranquilidad. Me sonríe y siento que en la cancha somos nosotros dos, que toda la hinchada se muteo y estamos solos. Entrelaza nuestros dedos y con la otra mano me seca una de mis lágrimas.

Los reconocimientos terminaron y volvimos a subir al palco para seguir viendo lo que quedaba del partido.
Joaquín en ningún momento me soltó la mano, saludaba a todos pero me tenía agarrada como si me fuera a escapar.

Llegamos a donde nos encontramos, él me suelta la mano para dejar lo que le regalaron sobre la mesa y vuelve a donde estaba yo.
Me mira y me abraza poniéndome contra su pecho. Un abrazo en donde sentí que estaba segura.

-Juli:Gracias
-J:No estas sola, Ju. Voy a estar siempre con vos, mi amor
-Juli:No tenías que hacerlo
-J:No te iba a dejar sola en un momento así
-Juli:Perdón
-J:Perdón por qué?
-Juli:Por todo
-J:Por romperme el corazón, por darle mis besos a otro? Después de todo lo que yo te hice lo que vos hiciste es mínimo a lo mío -me agarra de la cara- Olvidate de todo lo que te dije
-Juli:La parte que dijiste que me matara?
-J:Principalmente esa. Vamos? El gordo me dijo que iba a hacer otro gol
-Juli:Vamos -me agarra de la mano de nuevo y salimos a la tribuna pero esta vez se sentó junto a mi- Dónde te estás quedando?
-J:En lo de Guido
-Juli:Te vas con él ahora?
-J:Por?
-Juli:Querés que vayamos a comer cuando salimos de acá?
-J:Cortez o By Henry?
-Juli:Reservo en By Henry. Igual tengo que ir a mi casa a cambiarme
-J:Qué te vas a poner? Estas bien así
-Juli:No voy a ir con una camiseta de fútbol
-J:Bueno -vuelve a entrelazar nuestras manos y seguimos mirando el partido-

Perdóname Donde viven las historias. Descúbrelo ahora