Prólogo

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"Ragno"
"¡Hola Ragno!"
"Pásame la tarea Ragno"
"¿Qué Ragno no era nombre?"


No recuerdo con certeza la última vez que alguien me haya llamado por mi nombre, puede ser una posibilidad que mi nombre incluso ni exista pero eso es algo que mi certificado de nacimiento desmiente.

Francesca Ragno, esa soy yo, apellido de origen italiano que significa literalmente 'araña', es algo que mi padre -el cual murió cuando apenas tenía 2 años- me heredó, y es una herencia que nunca sé cómo tomarla; si como signo de exclusividad o como signo de rareza en su máximo esplendor.
En el colegio soy conocida, para sorpresa de mi salón y del manual "Típicos alumnos" como una alumna sobresaliente, pero no la típica que sólo ve por su beneficio al decir:

Profesor, ¿va a revisar la tarea que dejó?

De hecho, llego a ser la que convence a los maestros de retrasar proyectos si antes mis compañeros y amigos me dijeron que no los hicieron por problemas personales o por simple procrastinación; siempre he sido de la idea de que debes sembrar lo que quieres cosechar, así que si siembro empatía, comprensión y amor en lo que hago y con los que trato espero recibir eso mismo en el momento en que yo llegue a necesitarlo.

Soy muy apreciada por ello, y eso se siente muy bien, aunque ese aprecio no llena uno de los vacíos más grandes que, a mis 14 años, es difícil de dejar desapercibido por la presión social que la adolescencia por naturaleza ejerce: enamorarme.

Claro que me he enamorado de chicos guapos y todo ese tipo de cosas, pero soy consciente de que en su mayoría son provenientes de películas de Hollywood y que por obvias razones sólo se quedarán en el apartado de 'amores platónicos'.
Han sido días enteros el escuchar las historias de amor de mis amigas, sus primeros besos y sus primeras experiencias "subidas de nivel", y siempre me hacen preguntarme si alguna vez viviré ese tipo de cosas considerando mi físico que carece de la palabra deseable.

De las anécdotas más románticas y alocadas -al menos para mí- casi siempre vienen de los labios de mi mejor amiga Dalena, Dalena Cáceres.

Hemos sido amigas desde que tenemos 9 años, y hoy en día es una de las chicas más populares del colegio. Es muy envidiada sólo por el simple hecho de empezar a salir con un chico de último año, Gustavo Adell, con quien llevo una amistad bastante buena y respetuosa por ser el susodicho de Dal, suele ser bastante infantil y es por eso que luego olvido que es un año mayor que nosotras.

Como típica alumna de excelencia tengo una competencia, Dassa Cortés, la conozco desde que comenzamos el preescolar, y aunque llevamos una buena relación nunca entablamos una amistad de las mismas dimensiones que la mía con Dalena, pero es muy linda aún así.

Empezó el segundo año de colegio, eso significa una ola refrescante de nuevas experiencias y emociones, todo es perfecto para mí.

Es decir...

¿Qué podría salir mal?

°

¡Hola!
Ni yo me la creo que estoy de vuelta en la plataforma, a pesar de que en ésta historia cambia completamente el tipo de contenido que escribía espero que se queden para leer una historia que me entusiasma mucho y que salió de una tarde de sobrepensar mucho ^-^

Coman bien, duerman bien y vivan bien, lxs amo <3

~ Frida

Ella sí, él ya no Donde viven las historias. Descúbrelo ahora