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— Si Yeon ve a los demás, estamos fritos – menciona con un suspiro mientras corta los vegetales. No le gustaba todo el escenario que debían formar cada noche de juegos, ciertamente lo tenían cansado.
— No cariño, nada de eso – le calma Yoongi al entrar en la cocina – Ya les dije a todos que dejen su auto lejos y entren en silencio – cuenta a la vez que termina por sacar la mayonesa del refrigerador – Pero dime una cosa, no somos groseros ¿O me equivoco?. Es decir ¿Deberíamos invitarlo?. No se veía como si quisiera jugar.
— No, no – niega el pelinegro – Ji Ah era nuestra amiga y Yeon el esposo repulsivo que tuvimos que soportar. Y ha empeorado desde el divorcio.
— Lindo, no le debemos nada ¿Vale?, Que se vaya a la mierda.
Y justamente luego de terminar su frase es cuando un gran estruendo que viene de la venta de enfrente les congela logrando silenciar cada rincón de la casa, sus miradas chocan con algo de miedo, más aún así Yoongi comienza a caminar hasta la ventana con seguridad mientras Jimin le cubre desde atrás con el cuchillo con el que estaba anteriormente picando las cebollas.
Por suerte su filo era muy bueno.
Ambos miraban fijamente las cortinas esperando algún nuevo sonido o movimiento pero nada, la tensión solo se extendía mientras los segundos avanzaban y no parecía haber razón alguna de aquel ruido, cosa que los inquietaba mucho más.
Sin esperarlo y de forma terrorífica sale una mano de entre las persianas sacándole un grito al pelinegro quien se esconde con rapidez detrás de su esposo tan solo asomando sus pequeños ojos para verificar que era aquello. Jimin sin olvidar su misión impuesta por él mismo toma con fuerza el cuchillo dispuesto a defender a su hombre en caso de que se trate de un ladrón o quizás hasta de un desalmado asesino recién escapado de la cárcel, todas las opciones valían y con el miedo en su sistema no dejaban de venir nuevas suposiciones.
¿Un zombie quizás?
— Oh hola~ – una chica rubia finalmente se deja ver y les dedica una sonrisa brillante, casi luciendo tierna, casi.
— ¿Hola? – La pareja miran confundidos cómo aquella extraña entra torpemente a la casa.
— ¿Necesitas... ayuda? – pregunta un Jimin más calmado al ver que aparentemente no hay ningún peligro, pero por las dudas aún mantiene firme el cuchillo a sus espaldas.
— ¡HOLA!
Claro, tenía que haberlo sabido, o al menos sospechado del procedente de tan bobo escenario.
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𝑮𝒂𝒎𝒆 𝑵𝒊𝑔ℎ𝑡 'ʸᵐ
Misterio / Suspenso𝐔𝐧 𝐠𝐫𝐮𝐩𝐨 𝐝𝐞 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞 𝐫𝐞𝐮́𝐧𝐞𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐚 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐦𝐚𝐧𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐣𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐚𝐧 𝐬𝐮 𝐫𝐮𝐭𝐢𝐧𝐚 𝐲 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐝𝐞𝐧 𝐫𝐞𝐬𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫 𝐮𝐧 𝐟𝐚𝐥𝐬𝐨 𝐬𝐞𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐟𝐨𝐫𝐦𝐞 𝐥𝐚 �...