-Uhm...
El mismo impulso que tenía en la mañana me hizo voltear a un dirección, dándome cuenta de que ahí estaba aquel chico que fue víctima hace unas horas en el cole.
Con un cigarrillo en los labios intentando prenderlo, le hice una gesto de saludo.
Justo cuando el iba a responder, llegó mi amigo por mi espalda.
-Vamonos, hyung.-dijo dándole una calada a su cigarrillo.
Volteé a ver a aquel chico, sus ojos se tornaron cristalinos & su ceño parecía fruncido; notó mi mirada & la suya inmediatamente la desvió.
Mi amigo, Min, me dio un pequeño golpe en el brazo.
-¿A quién ves?
-¿E-Eh...?
-No te hagas el idiota.
-Cállate.
Con unas botellas de soju nos dirigimos a su casa, casi todos los viernes vamos a beber, para relajarnos, pero nunca nos ponemos ebrios.
-Tae.
-¿Eh?
-¿A quién mirabas está tarde?-Suspiré.-A un chico.
-A un chico, vaya, no sabía eso de ti, hyung.-Dijo riéndose.
No es que no lo sepa porque en realidad hemos estado en situaciones incómodas que nos hacen ver como pareja.
Sin embargo, solo somos buenos amigos, los mejores, sabe todo de mi, sé todo de él.
-Tae, ya es tarde para que regreses a tu casa, quédate a dormir.
-Min, eso tenía planeado desde que veníamos hacia acá.
-Mañana vamos a una fiesta, dos días juntos, como hace mucho no lo pasabamos.
-Claro- Chocamos nuestros puños.
*
Un compañero de otra escuela, mayor que yo, me había invitado a una fiesta, el sábado, no tenía ganas de ir, pero para distraerme lo pensé dos veces, optando por asistir.
Me puse mi mejor ropa, un pantalón entubado negro, con una camisa negra, & un chaleco de mezclilla, en mis pies llevaba unos vans.
-Así es, Jeon JungKook es el mejor-& sonreí para mi mismo frente al espejo.
*
Al llegar a la fiesta me sentía un tanto agobiado, apuesto a que conseguiría a alguien como en todas las fiestas, apuesto a que me iba a divertir con alguien.
-Ey, hyung, vamos rápido, nos tenemos que divertir-dijo dándome una botella de vodka.
Como lo dije antes, aunque bebamos nunca nos ponemos ebrios.
-Gracias-dije alzando la misma botella.
& así estuve un tiempo, bebiendo & fumando, platicando con YoonGi, o con otros chicos, chicas.
-Tengo que ir a hacer pis, ya vengo.-
Fui en dirección al baño, ya estaba un poco asqueado del alcohol, me remojé la cara, cuando un chico interrumpió mis pensamientos...
-¿Qué haces aquí?- le pregunté.
-Divirtiéndome.
Suspiré, ese chico trae muchos problemas. Ni siquiera podía caminar bien & me decía eso.
-No te estás divirtiendo, te estás poniendo en riesgo.
-No eres nadie para cuidarme.
Lo tomé de la mano, & él entrelazó nuestros dedos. Pude sentir mi cara ardiendo
-Pero tal vez pudieras hacerlo más seguido- terminó con una sonrisa.
-¿Estás bien?
-Como nunca
Dicho esto se acercó a mi, a una distancia imprudente, podía sentir su respiración, me mordí los labios, no iba a besarle tan rápido.
Pero parecía que no iba a dejarme hasta que lo besara, le tomé del cuello, & lo acerqué a mi dándole un roce en los labios, pero de repente la puerta se abrió de una manera grotesca.
-¿Hyung?
-Ah...YoonGi
-Ah yo perdón...no sabía que.
Puse a aquel chico detrás de mi.
-Es solo un chico. Vamos, no te celes, querido.
Siempre le hacía bromas parecidas, cuando terminé mi oración, la persona a quien había besado, salió cabreado, azotando la puerta.
-¿Seguro que no lo conoces?
-Seguro.
-¡Genial!
Dicho esto salió corriendo, me volví a remojar la cara, sólo un leve roce & ya había perdido la cabeza.
Cuando salí del baño vi a YoonGi, con él, de la nada, YoonGi se acercó & se unieron en un beso, un beso que seguramente estaban disfrutando, que seguramente iba a acabar en algo más....se separaron, mi amigo le acarició la mejilla & se fue.
Fui rápido a donde él, lo tomé de la muñeca & lo jalé.
-No pensé que fueras tan fácil- Le dije cabreado.
Pero no recibí ningún tipo de respuesta, abandonamos la fiesta, lo obligué a abandonarla, lo llevé a mi casa, por suerte no iban a estar mis padres toda una semana.
-¿Por qué me traes aquí?
Parecía adormilado, se sentó en el sillón más grande.
-Porque quiero.
Sus ojos se clavaron en mi.
Me puse frente a él, en cunclillas, para estar a la altura de sus labios, & me le acerqué, lentamente, nuestros labios se fundían, abrió un poco sus piernas, dándome una mejor comodidad, mientras lo besaba, con una mano tomaba su cuello & con la otra recorría su torso, daba pequeños gimoteos.
Me trató de separar.
-L-Lo siento...
-¿Por qué?
Le besé las mejillas.
-Es...yo...bueno...es que...n-no me siento bien.
Inmediatamente comprendí, el alcohol empezaba a hacer esos efectos asquerosos.
-No te preocupes.
Le besé la frente & fui a la cocina a prepararle un café.
