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El traje lucía bien en él.

Yeonjun trató de convencerse a sí mismo de que así era mientras veía su reflejo en el espejo. Se veía genial, pero verse vistiendo el traje que usaría para su boda, de alguna manera lograba revolver su estómago.

Quizás había tomado una decisión demasiado apresurada.

A su lado, Beomgyu observaba en silencio, deseando que ellos fuesen una pareja viendo trajes para su boda. Él no debería estar acompañando al hombre que amaba para ver el brillo en sus ojos al imaginar que pronto vestiría uno de esos para casarse con alguien más. Era vergonzoso tener que fingir felicidad por él y seguir fallando en el intento. Su sonrisa incómoda siempre lo delató. Él lo sabía, pero también sabía que Yeonjun estaría seguro si él estaba a su lado.

En el momento en que Yeonjun volteó hacia él buscando aprobación, Beomgyu sonrió como si la situación no estuviera destrozando sus huesos uno por uno con cada día que pasaba y el día se acercaba.

Dios, esto era un asco.

—¿Crees que esté bien? —dijo Yeonjun, mirando a Beomgyu con preocupación. Preocupación que no se debía a que él no parecía estar bien con la situación— ¿Beom?

Aún así, la mirada que Beomgyu le dedicó fácilmente pudo ser confundida con la de un hermano orgulloso.

—Es perfecto. El color resalta tu cabello —le tomó un segundo articular las palabras. La situación parecía volverse cada vez más difícil para él—. A ella va a encantarle.

Beomgyu chequeó la hora en su teléfono. Era una perfecta excusa para huir, como siempre hacía.

—Es algo tarde. Tengo algo pendiente con Taehyun.

Taehyun. La mirada de Yeonjun se oscureció.

—¿Es más importante que estar con tu mejor amigo? —Beomgyu negó. Realmente quería huir— Entonces él puede esperar un poco.

Él no quería. Realmente no quería, pero tuvo que voltear su rostro para ocultar la evidente sonrisa que se hizo presente al oír la molestia en la voz de Yeonjun. Sabía que era patético, pero quería creer que Yeonjun aún sentía algo.

—Taehyun va a molestarse conmigo si llego tarde otra vez —Beomgyu murmuró bajito, sin intención de que él lo oyera. Quería estar con Yeonjun, sí, pero su cita con Taehyun también requería que él se fuera en ese instante si no quería llevarse otro sermón sobre su impuntualidad.

—Ven aquí un momento —le dijo Yeonjun—. Busquemos algo para ti también, estaría bien que vistiéramos algo en conjunto el día de la boda.

Beomgyu suspiró pesadamente. Esto no era parte del plan; se suponía que sólo ayudaría a Yeonjun a encontrar un traje, pero él nunca escuchaba.

—¿De qué me sirve escoger un traje en conjunto? Deberías hacerlo con Yunjin, eso no tiene sentido.

—Vamos a buscarte un traje —reiteró Yeonjun, ignorando sus palabras. A él no parecía importarle en lo más mínimo—. De todos modos, quiero que luzcas bien ese día.

Yeonjun sostuvo su mano mientras avanzaban, Beomgyu frunció el ceño y lo siguió.

—Esto se siente un poco extraño. Incorrecto —dijo Beomgyu. Realmente se sentía de ese modo, Beomgyu creía que pronto comenzaría a volverse loco.

Yeonjun siguió avanzando, ignorando que sentía igual que él, porque tenía razón. Ellos no hacían nada malo, pero de alguna manera se sentía incorrecto estar en ese lugar junto a Beomgyu. Incorrecto porque a veces aún extrañaba la sensación de saber que era suyo, que no había alguien más en sus vidas, la alegría que alguna vez sintió al besarlo. Se sentía incorrecto porque Beomgyu fue suyo. Porque en algún punto de su vida él fue lo único que importaba.

Speak now | Yeongyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora