Prólogo

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No hace mucho leí una teoría en la que se afirmaba que conocemos al amor de nuestra vida antes de los dieciocho y realmente creo que están equivocados.

Podría resumir todos mis años previos a esa edad en un número de páginas tan corto que no daría ni para un articulo de periódico. Empezaría con como pasé mis años siendo una niña como cualquier otra y en pocas líneas llegaría a mi adolescencia. Todos tenemos nuestros más y nuestros menos en esa época y por decisión propia o no es cuando conocemos a más gente, según mi experiencia al menos. Y de esa gente, ¿Cuánta impactó mi vida a largo plazo? Podría contarlos con los dedos de las manos.

Tal vez te estés preguntando que porque te cuento esto así que no te voy a hacer esperar más. Lo que pasa es que al leer aquella teoría pensé en si podía aplicárseme a mi, si yo encajaba en ella. Antes de contar como acabó eso, me presentaré. Me llamo Maya Lisbon y tengo 23 años. Creo que con eso ya va bien por ahora.

Para ver como podía encajar en la teoría, de todas las personas que había conocido hasta ese momento elegí las personas que, como he dicho antes, impactaron mi vida. La lista constó de siete e intenté analizar quienes de ellos encajaban en esa descripción. La verdad sea dicha, nadie llegó a tomar el puesto y así descarté la teoría en cosa de cinco minutos. Me quedan muchos años por delante si todo va bien, por lo que no hay problema. Aunque en ese momento no sabía que acabaría replanteándome esa estúpida teoría apenas tres meses después.

La teoría de los 18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora