Carta 36

77 16 5
                                    

Querido Troy:

Un segundo, una sesentava parte de un minuto, para la mayoría no significa nada más que eso, tiempo, mientras que para otros es la diferencia entre ganar y perder, la decisión entre dos opciones o el precipicio que separa la vida y la muerte.

Eso, desgraciadamente lo sé yo de primera mano. Quizás era un final anunciado desde hacía años, pero no por ello fue menos doloroso cuando el augurio se cumplió.

Todas las mañanas, al salir de mi habitación, embriagada por el olor que dejaba en el aire el incienso que encendías cada día, mezclado con el del humo del cigarro mañanero que fumabas sentado en tu butaca, te regañaba por tales manías, y ahora, sin embargo, es lo primero que busco al despertar, esperando, en vano, que vuelvas a mi lado.

Sabía que aquellos cigarros estaban consumiendo tu vida, poco a poco, sin que te llegases a dar cuenta de que te perdías a ti mismo con ese hábito. Luego llegaron los médicos, ya no era sólo yo quien te lo decía: tenías que dejarlo como fuese. Tú, saltándote las advertencias seguiste fumando tu paquete de tabaco diario, acabando lenta y agónicamente con tu vida.

Un mes después, y tras algunas pruebas por un leve empeoramiento de salud, se te diagnosticó la enfermedad, esa tan dura que tantas vidas se cobra... Tan dolorosa que cuesta hasta escribirla. Y todo por unos malditos tubos de nicotina.

Tu salud iba decayendo con los meses, no reconocía al hombre que tenía delante, aquel con el que me casé unos veinte años atrás. Todos sabíamos que algún día, la enfermedad acabaría contigo, no había esperanza posible.

Y aquello sucedió, una mañana gris de febrero, la enfermedad te venció. Postrado en la cama, convertida en tu hogar durante casi dos años, te encontré. Había salido a buscarte un vaso de agua a la cocina, prometiéndote que regresaría en un segundo, pero no pudiste esperarme.

Y así fue como, en menos de un minuto, pasé de ser una mujer casada, a una viuda sin consuelo.

Siempre tuya,
Camille

Dear...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora