Save Me -XiCheng-

🗡4⚡

🎶Sé que no eres el indicado para mí
Desearas nunca habernos conocido el día que me vaya
Te hice caer de rodillas
Porque dicen que la miseria ama la compañía
No es tu culpa que yo arruine todo
Y no es tu culpa que no pueda ser lo que necesites
Cariño, ángeles como tú no pueden volar conmigo al infierno
Soy todo lo que dijeron que sería
La, la, la
Soy todo lo que dijeron que sería.🎶

Las risas resonaban por todo Lotus Pier, los barqueros movían sus botes con largas cañas de bambú mientras gritaban vendiendo de sus productos, riendo y saludando a los amigos o conocidos que se encontraban en el camino.

Jiang Cheng, en medio del lago y en la proa de un barco, miro con feliz entusiasmo de un lado al otro, encontrandose enseguida la figura de su hermana al filo del muelle, quien al verlo también no dudo en mover su mano de un lado al otro con alegría.

-A-Jie -susurro con suave afecto-

Algo golpeo de pronto el bote e hizo que el Omega dejara de verla para enfocar su mirada en el cuerpo con túnicas negras y cinta roja que flotaba en el agua. Con una risita se agachó y estiró su mano hacia el conocido joven.

-Wei- -

La escena cambio abruptamente y el cuerpo que se hallaba a su alcance se desvaneció como el viento, el rojo y el fuego tiñeron el cielo y sus manos, cuando volvió a mirar a sus alrededores había cultivadores y no-muertos peleando unos contra otros, Wei WuXian, delgado, con ojeras pronunciadas y túnicas negras hecha girones, se apariencio frente a el y lo miro con dolor.

.. No ... No a él.

Las orbes amatistas temblaron, con el miedo y las lágrimas filtrandose de sus ojos miro hacia sus brazos.

-A-Jie -susurro, lagrimeando y enterrando su cara en el pecho de la Omega-

¿Porque?.

¿Por qué no pudo protegerla?.

Los gritos continuaron y el olor a sangre se intensificó, Jiang Cheng se negó a abrir los ojos, a soltarla, pero tuvo que hacerlo, tuvo que abrir los ojos y tomar su espada cuando el grito desgarrador de su 'hermano' resonó por todo el lugar.

La escena volvió a cambiar, esta vez estaba en uno de los muelles, con Lan WangJi y Wei WuXian frente a sus ojos.

Recordaba esta escena.

Como en aquel entonces, el Qi de HanGuang-Jun se dirigió hacia el y tiro con fuerzas su Guan con forma de loto, el estruendoso tintineo lleno el solitario lugar y sus cabellos azabaches revolotearon contra el viento mientras los dos amantes destinados le daban la espalda al vicioso Sāndú Shèngshǒu.

Jiang Cheng los vio irse, partir una vez más lejos de él, de su dolor, de su amargura, de su ira, pero, estaba bien, él ya estaba acostumbrado a ser dejado de lado por Wei WuXian, ya había entendido que su destino fue simplemente conocerse más no permanecer juntos.

Fueron demasiado jóvenes para saber el verdadero peso de las promesas, del miedo, del sentido de inferioridad y del de sacrificio, creían que con solo desearlo, ahnelarlo, todo podía ser posible.