Danmachi: Bell Cranel el Ghost Rider

CAPITULO 6 Reencuentro y pequeña charla

Pov Narrador

Han transcurrido varios días desde la charla de Bell y Hestia, y la amistad entre Bell y Anya se ha fortalecido. Cada vez que Bell sale de la mazmorra, cena en la Anfitriona junto con su diosa o simplemente pasa a saludar.

En este momento, Bell se encuentra en el calabozo, específicamente en el quinto piso, donde derrota a los monstruos sin mucha dificultad. Mueve elegantemente su daga, acabando con ellos de un solo golpe. Después de unos minutos, decide avanzar al siguiente piso.

Bell: "Esto es aburrido... Continuaré más adelante para ver qué hay, pero debo tener cuidado con los aventureros. Tal vez debería ir al piso 15 para conseguir dinero extra. Sí, eso haré". - pensó para su mismo.

Después de esos pensamientos, Bell se adentra en el sexto piso, donde se encuentra con una manada de Frog Shooter. Una de ellas dispara su lengua hacia la cara de Bell, pero él la atrapa fácilmente con una mano.

Bell: ¿En serio?... Esperaba algo más. Esto es penoso - comenta con decepción - Luego, hace rebotar la rana contra su palma como si fuera una pelota y la aprieta hasta hacerla explotar.

El resto de la manada se lanza hacia Bell, pero él esquiva sus lenguas con facilidad mientras se desplaza por el área. Sin embargo, no se da cuenta de que alguien lo está observando con admiración.

Detrás de una roca, un aventurero observa asombrado la masacre llevada a cabo por el albino.

Aventurero: "Vaya, es realmente rápido y fuerte. Debería pedirle que me entrene" - pensó con estrellas en los ojos.

Luego de observar cómo Bell acaba con todas las Frog Shooter y recoger las piedras este sigue su camino y el aventurero decide seguirlo hacia el siguiente piso, con la intención de hablar con él.

Dicho esto, el aventurero comenzó a caminar tras el albino, quien piso a piso erradicaba a los monstruos sin muchos problemas. Lo que más lo impresionó y aterrorizó fue ver cómo Bell tomaba a un War Shadow y lo partía en dos con sus propias manos. Esa escena causó miedo en el aventurero, pero prefirió ignorarlo.

Aventurero: Vaya, no tiene piedad con los monstruos... - dijo con temor - Será mejor que regrese, ya estamos llegando al piso 10 y no conozco bien el lugar... - mencionó antes de darse la vuelta y emprender su regreso a la superficie.

El aventurero empezó a caminar hacia la salida del piso 10, pero no contó con algo: no estaba solo. Había un grupo de orcos cerca, bloqueando la entrada, y al verlo no dudaron en atacarlo.

El chico comenzó a correr, sabiendo que no podría enfrentarse a tantos orcos siendo nivel uno. Aunque era conocido por tener el récord de subir estadísticas en la ciudad, superando a la Princesa de la Espada y a cierto aventurero anónimo que también estaba aumentando rápidamente sus estadísticas, no estaba al nivel de este chico.

Aventurero: ¿Dónde estoy? - el chico había estado corriendo para escapar de los orcos y se perdió en una zona con neblina del piso - Pero lo que escuchó hizo que se le helara la sangre: eran pasos de los orcos que lo habían seguido y lo habían encontrado.

Aventurero: No puede ser... - dijo mientras veía a los orcos acercarse a él - Debo correr... - luego llegó un flashback de su abuelo y de su Dios - No debo pelear, se lo prometí a mi abuelo antes de morir, le prometí a Miach-sama y a Naaza-san que regresaré - dijo mientras empuñaba sus dagas - ¡Cumpliré mi promesa!

El chico, decidido, estaba a punto de atacar a los orcos, pero fue interrumpido por múltiples bolas de fuego amarillo con toques negros que calcinaron a los orcos en cuestión de segundos.