El último Sol | Giyu Tomioka

Capítulo 27

** Hina **

—¡Se ha recuperado! —carraspeó mi cuervo—. ¡Muzan se ha integrado a la batalla! ¡Pilares reúnanse!

—¡Carajo! ¡Rápido Kiyo!

Comencé a correr a toda velocidad por este lugar lleno de puertas y trampas.

—¡Los demás se encuentran bien! —pregunté.

—¡Todos los pilares se encuentran sanos y salvos! —respondió—. ¡Las lunas crecientes han sido aniquiladas por completo!

Todo pasaba tan rápido a mi alrededor que las puertas color crema con negro se volvieron tan solo un borrón en el espacio.

De pronto, todo cambió de lugar, analicé mi entorno y frente a mí apareció ese sujeto, aquel que yo estaba destinada a asesinar. Tenía que vengar la muerte de mis padres, la muerte del patrón y de todas las personas que perdieron a sus seres queridos a manos de este sujeto.

—Muzan.

Él no dijo ni una sola palabra, todo su cuerpo estaba inmóvil, pero en sus ojos se veía una clara intención de querer asesinarme. Estaba segura de que yo tenía la misma mirada en el rostro.

—Eres demasiado obstinada, ya estoy harto de todos ustedes, lo único que saben decir es que vengarán la muerte de sus padres, hijos, hermanos o lo que sea —declaró—. ¿No les parece suficiente haber sobrevivido? ¿Qué importa que su familia haya muerto? Agradezcan su suerte y regresen a su monótona vida y se acabó.

—¿Qué estupideces estás diciendo maldito imbécil?

—Los muertos no vuelven a la vida, dejen de obsesionarse con ellos y preocúpense por ganarse la vida tranquilamente —continuó—. Los cazadores de demonios son una especie de seres anormales, ya me cansé de tener que lidiar con ustedes, te propongo que acabemos con esto de una vez.

—Creo que eso ha sido lo más sensato que has dicho en todas las estupideces que acabo de escuchar —gruñí—. Así que adelante, yo me aseguré de que ardas en lo más profundo del infierno.

Uno de sus brazos se extendió por todo el lugar, haciendo movimientos irregulares y totalmente con la intención de asesinarme. Me moví con rapidez entre los puntos sin atacar.

Ahora es cuando tengo que atacar, no han llegado los demás y este sujeto no dejará que se acerquen a atacarlo si no me mata primero, además tengo que llevarlo fuera de este lugar. Así podré medir su fuerza y compartir la información.

Seguí esquivando sus ataques preparándome para dar el primer golpe.

Empezaré a ejecutar la treceava postura, bien aquí voy.

—Respiración solar, primera postura, vals.

Con un corte horizontal, rebané sus brazos por todo lo largo.

La velocidad de este sujeto no tiene comparación, las lunas crecientes no se acercan en lo más mínimo... además, su regeneración es inmediata, en cuanto comienzo a cortar su cuerpo ya está cerrando la herida.

Miré a mi alrededor y me di cuenta de que mi cuervo estaba con la vista fija en cada ataque que ambos hacíamos, no parpadeó ni un solo momento.

Asombrosa, muchas gracias Kiyo.

—¿Acaso piensas ganar tiempo... hasta el amanecer? —preguntó—. ¿Crees que será posible con sólo tres pilares? ¿Dentro de este castillo donde no llega la luz solar?

¿Tres pilares? ¿De qué mierda está hablando este idiota?

—Al parecer mi esbirro ha terminado con las vidas... del pilar del haori a rayas y de la mujer.