CAPITULO:VII JULIÁN , RAFAEL Y MILO

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🌊 Julián 🌊

Uno de mis mensajeros trajo a mis manos un collar de perlas con un Zafiro azul incrustado en la parte frontal era mi manera de decir lo siento, una parte de mí quería decirle la verdad pero la otra estaba consciente que de hacerlo la perdería para siempre jamás pensé que mis bajas pasiones fueran más grandes que el amor que siento por Zafiro.

La miro por la ventana tan entretenida con las flores que no soy capaz de arruinar tanta felicidad de su parte, guardo el collar para después saber que también tengo que hablar con ella porque lo sucedido fue culpa de ambos tenemos que asumir las consecuencias juntos, me aseguro de que Sorrento no esté cerca pues no quiero hacerlo cómplice y también porque es la única persona que puede reprocharme mis acciones, el camino hacía su habitación se me hace eterno, tocó la puerta pero nadie me responde así que termino por entrar a su habitación dándome cuenta que está completamente vacía o eso parece a primera vista con esos colores azules en las paredes.

- Julián ¿Qué haces aquí ?- ella sale del baño solo con una toalla al rededor de su cuerpo lo que hace más difícil controlarme -No es buena idea que estés aquí-

- Lo se pero tenemos que hablar - es una mujer demasiado atractiva y eso es peligroso - Lo que pasó entre nosotros estuvo mal le faltamos al respecto a tu hermana y ella no se lo merece

- Me imaginé que ibas a tener esos sentimientos de culpa - ella se acerca - Yo también estoy muy arrepentida de lo que sucedió-

- Entonces hay que olvidarse de la situación sólo vamos a vernos como lo que somos cuñados - sugerí mientras miro a otro lado - Es lo mejor creo yo-

- Será difícil verte de otra manera cuando tú fuiste mi primera vez - la confesión me hace sentir incómodo - No era mi intención hacerte sentir mal por ello o con responsabilidad-

- Yo lo siento mucho - al verla tan desprotegida no puedo evitar sentirme culpable por la situación en la que estamos los dos así que tomé el atrevimiento de abrazarla con mucho cuidado sin pasarme de los límites que ya se impusieron entre nosotros - Si yo pudiera hacer algo para retroceder el tiempo creme que lo haría-

- Ni los dioses pueden regresar el tiempo - escucho su voz romperse y me parte el corazón - Será mejor que te vayas

Se qué debo hacerlo que tengo que poner mis límites pero no puedo dejarla sola cuando yo soy la causa de sus lágrimas y mientras miro sus ojos no me puedo controlar,  beso una ves más sus labios, ella lo permite y terminamos una vez más entre las sábanas de su cama yo arriba de ella murmurando lo mucho que me gusta, lo mucho que la deseo y todo lo que ella me provoca lo que pone en dilema mis sentimientos.

- Le pediré el divorcio a Zafiro porque no puedo seguir haciéndole esto - susurro a su oído - No cuando tu estás aquí-

⚖️ Rafael ⚖️

Dejé que el caballo trotara libremente por toda la playa quería tranquilizar mis pensamientos antes de hacer una tontería de la cuál podría arrepentirme, Akasha tenía razón no podía solo abrir la boca tenía que pensar en las consecuencias no solo para mí si no para la señorita Zafiro pues desde mi perspectiva ella no merecía la porquería que le estaban haciendo porque eso era para mí, el sonido del mar me dió la tranquilidad que buscaba parando al potro cerca del malecón donde aquella vez la ví con ese hombre, debo de admitir que sentí celos al conocer a quien dedicó tan bella novela.

- Rafael - la voz de aquella mujer me hizo volver a  la realidad ahí estaba la persona por la cual había perdido toda claridad con esos cabellos rubios que parecían ser de oro junto con esos ojos esmeralda - ¿ Estás bien ?

- Señorita Zafiro - no sabía que decirle no estaba preparado para darle una respuesta, la observé con atención  y me di cuenta que estaba descalza -¿Y  sus zapatos?-

LÁGRIMAS DE SIRENA ( SAINT SEIYA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora