IV

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Holliswood, Queens, NY

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Holliswood, Queens, NY.
Jamaica Ave. "Smart Storage 24H".

Cerca de la media noche, el estacionamiento, del complejo de storage, se vio lleno de autos exóticos, de reciente modelo.
Hombres vestidos de traje, en su mayoría asiáticos, bajaban de las unidades, concentrándose al centro del lugar.

De una camioneta de lujo blanca, descendió un hombre alto, enfundado en un traje de diseñador. Portaba un bastón de madera de ébano, coronado con un tigre de oro en el mango. Usaba un sombrero tipo panamá, que ocultaba sus ojos, y parte de los rasgos de su rostro.
Al verlo, todos los presentes hicieron una reverencia.
El primero en levantarse, fue un hombre asiático, de tez blanca, y cabello negro.

-¡Jefe, qué gusto verlo!, espero que haya tenido un buen viaje -se acercó al recién llegado y extendió su mano para estrecharla.

-Suga deja eso de jefe -tomó su mano para luego darle un abrazo-, gracias por el impecable trabajo que has hecho, sabía que eras el indicado.

-Gracias Jefe, y es mejor dejarlo así, si nadie sabe tu nombre, nadie podrá encontrarte -le dijo bajo, para que solo el recién llegado, lo escuchará.

-Se hará a tu modo Suga, ahora, vamos.

Min Yoongi, o mejor conocido por sus colegas y subordinados, como "Suga", era la mano derecha y hombre de confianza de El Jefe. Fue enviado a Nueva York, dónde se encargó de "limpiar" la organización.
Y por medio de varios homónimos, se hizo del complejo de pequeños almacenes y de varios inmuebles, por todo el estado. Que ahora les servirían de bodegas para su mercancía, puntos de reunión y centros de entrega.
En este lugar, el plus, era que el storage contaba con servicio de 24 horas, lo que ayudaría a cubrir sus actividades delictivas.

Se dirigieron a la sala de juntas, que era un galerón, ubicado en el segundo piso, de las oficinas. Se acondicionó con finas alfombras, sofás, sillas, mesas, una cava y un pequeño atril, desde donde Suga daba las nuevas consignas. Pero esta noche, en particular, se habían reunido, para alertar a los miembros de la organización. Suga se puso de pie, e hizo una reverencia, antes de comenzar a hablar.

-Mi informante dentro del NYPD, me llamó ayer por la tarde -encendió un cigarrillo, y después de darle un par de caladas, siguió hablando-, el FBI comenzó una búsqueda, por todos nosotros, en especial por el Jefe.

Al decir esas palabras, se creó revuelo entre los hombres en el lugar, mientras el misterioso hombre, recién llegado, permanecía apacible, en una mesa, al fondo del lugar, en la zona menos iluminada.

Entre todo el alboroto, un hombre alto y musculoso, de cabello cenizo, se paró al lado de Suga, frente a la multitud confundida.

-Guardemos la compostura, y pensemos un segundo las cosas -hablo fuerte, haciendo callar el barullo-, no les será fácil encontrarnos, nuestros nombres no están vinculados a nada, solo debemos extremar precauciones y no confiar en nadie.

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